Valoracion del Prinsendam
Opiniones de cruceros

ms Prinsendam
Bandera Holanda
38.848 Tn
840 pasaj.
Construido 1998
Tipo de camarote: Interior
Itinerario: Islas Británicas
Mi experiencia navegando en el Prinsendam
Mi mejor experiencia a bordo ha sido el relax y la tranquilidad que me ha trasmitido. Durante algún tiempo he pasado mis vacaciones de verano alojándome en el mismo lugar y cuando regresaba cada año me sentía como en casa, aunque la habitación no fuera la misma o hubiera algún cambio en el servicio y los huéspedes fueran distintos. Tras cuatro cruceros a bordo de los barcos de HAL, siento la misma sensación, me encuentro como en casa. Conociendo el funcionamiento y la filosofía de la compañía sólo me esfuerzo en encontrar el rincón más tranquilo para leer, el sitio dónde la música es más de mi agrado, donde poder compartir momentos y experiencias con mis compañeros de viaje. Si no me gusta cómo me sirven la copa, se lo digo al camarero y la siguiente seguro que está a mi gusto. Desde luego hemos tenido momentos especiales, entre otros las sorpresas que nos daba nuestro simpático capitán Tim Roberts, que canceló la escala de San Peter Port, debido al fuerte viento, pero el día que teníamos en el mar, disfrutamos durante la mañana del crucero escénico por el Rio Shannon y llegamos a nuestro destino, Foynes, a primera hora de la tarde en lugar de hacerlo a la mañana siguiente, de este modo tuvimos la oportunidad de disfrutar de la tarde noche del viernes en este pequeño pueblo irlandés, donde la llegada del crucero fue un gran acontecimiento. De igual modo alargó la estancia en Liverpool para que pudiéramos asistir a un concierto de la Filarmónica junto al puerto. Al no poder desembarcar en Dunmore Eat (Waterford), por la adversa climatología, cambió la escala y pudimos disfrutar del precioso puerto de Cobh (Cork).
Las experiencias y las situaciones especiales son la sal y la pimienta de todo viaje, pero en estos momentos lo que más he valorado ha sido la tranquilidad del entorno, que todo estuviera como tenía que estar, poder disfrutar de unas preciosas y largas escalas en tierra y recibir diariamente un tierno y dulce regalo de buenas noches en forma de animal de toalla y chocolatina sobre mi cama, o los buenos días en el camarote donde nunca faltaban las flores frescas en la bandeja del desayuno. Me encantan estos pequeños detalles que marcan la diferencia.
Lo que menos me ha gustado ha sido lo poco que hemos visto el sol y no haber podido disfrutar más de los espacios exteriores del barco debido al mal tiempo.
La atmosfera a bordo del Prinsendam
El Prinsendam es un barco elegante y muy marinero, en el cual abunda la madera, las obras de arte y las flores frescas, carece de elementos decorativos ostentosos o fuera de lugar. Fue construido en 1988 para la Royal Viking, más tarde pasó a formar parte de la flota de Seabourn. Concebido como un barco exclusivo, con todas las comodidades y donde los pasajeros confraternizaban con los oficiales y el resto de la tripulación. Desde su adquisición por HAL en 2002, han continuado con esta filosofía, más propia de compañías de lujo. En 2007 fue remodelado y en la actualidad cuenta con todos los espacios característicos del programa de HAL Signature of Excelence, acordes con su tamaño; el Exploration Café que alberga una acogedora biblioteca muy concurrida, la sala de internet y una zona con juegos; el restaurante alternativo Pinnacle Grill; el Explorer Longe; el Ocean Bar o el Crow’s Nest, el gran observatorio de proa donde puedes relajarte, leer, escuchar música o contemplar el paisaje o la puesta de sol. Los camarotes son amplios y muy bien equipados, con mucho espacio de almacenaje y todo lo necesario para que sus ocupantes se sientan cómodos durante los viajes de larga duración que suele hacer este barco. Los baños completamente reformados y de gran tamaño para un barco. Han instalado dispensadores de jabón, champú y acondicionador en la ducha, lo cual resulta más cómodo y sostenible que los pequeños envases tradicionales, los cuales siguen manteniendo para la crema corporal o los jabones, todo ello de la marca Elemis.
La gastronomía sigue manteniendo la calidad y cantidad de siempre, no he notado ningún tipo de recorte. El bufet Lido es más pequeño y menos variado que en otros barcos de la compañía, algo lógico por el tamaño del barco. El restaurante alternativo “Pinnacle Grill” muy coqueto y acogedor, sirven excelentes platos de carne, pescado y marisco y dispone de una buena carta de vinos y un servicio amable y eficaz. Con un cargo adicional de 25 dólares, merece la pena. El comedor principal “La Fontaine” con una decoración clásica y elegante y grandes ventanales para disfrutar del mar mientras se cena, ubicado en la popa de la cubierta siete, está distribuido en dos zonas, una para los turnos de cena establecidos y otra más grande para el turno libre, el cual funcionó muy bien desde el primer día, jamás tuvimos que esperar por la mesa y un servicio siempre dispuesto a atender nuestros peticiones.
Aunque el barco iba completamente lleno, en ningún momento, ni siquiera en días de navegación, había espacios muy concurridos, en los únicos lugares que encontrabas más gente eran la biblioteca o el teatro que solía tener bastante público casi todas las noches. Esto era bastante lógico debido a la media de edad bastante alta del pasaje, pero lejos de parecer un barco fantasma, siempre encontrabas algún lugar con ambiente agradable, el nuestro era el Ocean Bar, donde cerrábamos la noche en compañía del pequeño grupo de habla hispana y varios miembros de la tripulación asiduos al mismo. Algo digno de reseñar era la ausencia de humos y olor a tabaco en todo el barco, tan sólo en el pasillo de una de las cubiertas de camarotes pudimos percibirlo. Han debido ponerse duros con este tema, el año pasado fue terrible durante todo el crucero.
Mi opinión del Prinsendam
Como pienso y he podido comprobar que hay un público para cada tipo de naviera, desde mi subjetividad, recomendaría esta compañía y en concreto este barco:
– A quien le gusten los pequeños barcos, íntimos y con todas las comodidades, pero no los resort flotantes.
– A quien tenga la mente abierta, es un barco americano y destinado principalmente al público de esta nacionalidad.Si no hay más de un 20% de pasaje de habla hispana, francesa, alemana, etc. oficialmente ese idioma no existe, aunque podamos encontrar a bordo el menú en nuestra lengua, incluso el diario de a bordo si lo pedimos. Nunca he escuchado a un francés, alemán, etc., decir que pasan de ellos, pero no sé porqué algunos españoles tienen a veces ese sentimiento. Jamás he sentido en un barco de Cruceros Holland America Line
que pasen de mí, todo lo contrario, siempre se han esforzado en entenderme y proporcionarme lo que he necesitado.
– A quien quiera compartir pasaje con personas bien educadas, cruceristas frecuentes, viajeros curiosos y entusiastas con una media de edad por encima de los 50.
– A quien busque un servicio excelente; eficaz, amable y sonriente, aunque a veces no he visto a penas a mi asistente de cabina, siempre he encontrado todo en orden y en su momento y si le he necesitado a acudido inmediatamente.
– A quien busque una buena gastronomía, pero no pretenda comer paella o jamón serrano a bordo. La comida en Holland America Line está hecha con muy buenos productos en su mayoría se surten directamente en América según nos comentaron. Es una cocina internacional con bastantes toques asiáticos.
– A quien disfrute de programas de enriquecimiento; conferencias, cursos variados; buen Spa o gimnasio a bordo.
– A quien busque itinerarios distintos, con largas escalas en puerto y que van de los 14 días en adelante.
– A quien disfrute del relax a bordo y no le guste que le sometan a estímulos constantes.
Cómo he expresado anteriormente, es una opinión totalmente subjetiva y como me encuentro entre este tipo de público, para mí ha sido un crucero 10.
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