En las aguas del Mediterráneo, donde cada ola susurra historias milenarias, Iberocruceros escribió su propia narrativa: la de transformar los cruceros en una experiencia auténticamente española.
Sus barcos no eran solo embarcaciones; eran fragmentos flotantes de nuestra cultura, donde el ritmo de la vida a bordo seguía el compás familiar de nuestras costumbres.
En 2003, cuando el mercado de cruceros español era todavía un horizonte por explorar, la compañía dio sus primeros pasos como Viajes Iberojet.
El Mediterráneo vio nacer una nueva forma de navegarlo: al estilo español. Los barcos, aunque veteranos de otros mares, fueron renovados con una visión clara: crear espacios donde el viajero español encontrara su propio reflejo.
El año 2007 marcó un punto de inflexión cuando dos titanes del turismo, Carnival Corporation y Orizonia, unieron sus fuerzas.
Los pasillos del Grand Holiday y el Grand Celebration pronto se transformaron en avenidas mediterráneas flotantes, con una inversión de 10 millones de euros que dio vida a auténticos espacios españoles sobre el mar: bares de tapas que capturaban la esencia de nuestras plazas y salones que rendían homenaje al genio de Gaudí.
En las cubiertas de Iberocruceros, el tiempo seguía un ritmo distintivamente español. Los horarios respetaban la sagrada tradición de la sobremesa, las cenas nunca comenzaban antes de las 20:30, y los domingos, el aroma de la paella se entrelazaba con la brisa marina, creando una sinfonía gastronómica que hacía sentir a los pasajeros en casa, incluso en alta mar.
Los números narran una historia de éxito sin precedentes: 400.000 pasajeros anuales en su apogeo, una tripulación que en un 75% hablaba español, y tarifas entre un 20% y 30% más accesibles que la competencia.
Sus itinerarios, diseñados con la precisión de un cartógrafo local, privilegiaban las escalas largas, permitiendo inmersiones profundas en cada puerto, respondiendo así al espíritu explorador del viajero español.
✱ EN RESUMEN:
Entre 2003 y 2014, Iberocruceros no solo transportó pasajeros; transformó la manera en que los españoles experimentaban el mar. Con una flota adaptada meticulosamente a nuestras costumbres y una tripulación mayoritariamente hispanohablante, la naviera democratizó el acceso a los cruceros, convirtiendo el Mediterráneo en una extensión natural de nuestro hogar.
HISTORIA DE IBEROCRUCEROS
El relato de Iberocruceros comienza en las aguas del Mediterráneo occidental. El año 2000 marcó el primer trazo de esta aventura marítima cuando el Grupo Iberostar, anticipándose a las corrientes cambiantes del turismo, fundó Iberojet Cruceros.
El primer capítulo de esta travesía se escribió en las aguas que conectan Barcelona con las Baleares. El ‘Bolero‘ (1968), un veterano del mar que había navegado anteriormente como ‘Starward’ bajo la bandera de Norwegian Cruise Line, se convirtió en el primer embajador de esta visión española del crucero.
Sus 28.000 toneladas de acero y sueños comenzaron a surcar el Mediterráneo occidental, estableciendo una base de operaciones en el puerto de Barcelona que se mantendría como piedra angular durante toda la existencia de la naviera.
2002 trajo nuevos vientos de cambio. El ‘Crown Mare Nostrum‘, construido en 1973 y veterano de las flotas de NCL, se unió a la aventura, expandiendo horizontes desde el puerto de Valencia. La compañía, entonces conocida como Spanish Cruise Lines (acuerdo de Iberojet con la naviera francesa Festival Cruises y Transmediterranea), comenzaba a tejer una red de rutas que conectaban los principales puertos mediterráneos.
El destino, sin embargo, guardaba giros inesperados en sus cartas de navegación. La quiebra de Festival Cruises en 2004 y la retirada de Transmediterránea redibujaron el mapa corporativo, llevando a Iberojet a tomar el timón en solitario. Fue entonces cuando la compañía izó la bandera de Iberojet Cruceros, marcando el inicio de una nueva era.
2005 se convirtió en un año crucial cuando el ‘Mistral‘ (1999), joya de los astilleros Chantiers de l’Atlantique, se unió a la flota tras una subasta. Con sus 48.200 toneladas y capacidad para 1.700 pasajeros, representaba el buque insignia que la naviera necesitaba para competir en las cada vez más concurridas aguas del mercado mediterráneo.
A principios de verano del año 2006 se crea Orizonia Corporación que engloba entre sus empresas a Iberojet Cruceros, tras la venta del Grupo Iberostar de la sección dedicada al negocio emisor.
La transformación definitiva llegó en 2007, cuando los vientos del destino unieron a Costa Cruceros, del grupo Carnival, con Orizonia. Esta joint venture dio nacimiento a Iberocruceros, con Carnival Corporation controlando el 75% del accionariado.
La nueva entidad heredó una flota que incluía el Grand Mistral y el Grand Voyager, a los que pronto se unirían el Grand Celebration (2008) y el Grand Holiday (2010), ambos veteranos de Carnival Cruise Lines.
Con Alfredo Serrano como CEO (actual director general de CLIA España), la naviera emprendió una ambiciosa expansión que llevaría la bandera española a todos los mares de Europa.
Entre 2008 y 2012, la naviera alcanzó su apogeo, transportando 400.000 pasajeros anuales. Sus itienrarios abarcaban desde los fiordos nórdicos hasta las islas Canarias y las costas africanas, con rutas que privilegiaban escalas extensas – algunas de hasta 12 horas – permitiendo a los viajeros sumergirse en la esencia de cada puerto.
El fin de Iberocruceros
Los últimos años de Iberocruceros se desarrollaron bajo cielos cambiantes, donde las nubes de la crisis financiera de 2008 comenzaban a oscurecer el horizonte mediterráneo.
Las aguas que durante años habían sostenido los sueños de miles de viajeros españoles se tornaban cada vez más turbulentas para Orizonia, cuya deuda, como un banco de niebla impenetrable, se elevaba por encima de los 500 millones de euros.
En la primavera de 2013, el destino de la naviera comenzó su viaje final. Los pasillos del Grand Mistral, que habían resonado con conversaciones en español durante una década, se preparaban para su transformación.
El buque, testigo de innumerables amaneceres mediterráneos, izaría pronto nuevos colores como Costa neoRiviera, sus 48.200 toneladas de historia española preparándose para una nueva vida bajo el pabellón italiano.
El proceso de integración se desarrolló con la precisión de una carta náutica bien trazada. Massimo Brancaleoni, veterano de Costa desde 1997, tomó el timón de la transición, reemplazando a Alfredo Serrano.
Los itinerarios se fueron concentrando en las rutas más rentables: las Islas Canarias y Madeira se convirtieron en los últimos bastiones de una naviera que una vez había surcado desde el Báltico hasta el norte de África.
El Grand Celebration, que había transportado 1.896 pasajeros en cada travesía desde 2008, encontró nuevas aguas en 2014 bajo el pabellón de Bahamas Paradise Cruise Line (actual Margaritaville at Sea). Sus cubiertas, donde una vez se bailaban sevillanas bajo las estrellas mediterráneas, comenzaron a mecerse al ritmo del Caribe.
El Grand Holiday, veterano de los mares desde 1985, trazó su última ruta española en 2014. Sus 46.052 toneladas de memorias zarparon hacia las brumosas costas británicas bajo los colores de Cruise & Maritime Voyages, donde navegaría como Magellan hasta su último viaje en 2020.
Diciembre de 2014 amaneció con una melancolía particular en los puertos españoles. Las aguas del Mediterráneo, reflejaban los últimos destellos de una era. La marca Iberocruceros, que había transportado más de 1.200 tripulantes y había sido hogar temporal para cientos de miles de viajeros españoles, se preparaba para su último acto.
El legado de Iberocruceros permanece indeleble en la memoria marítima española, Sus números finales hablan de una década de éxitos: más de 400.000 pasajeros anuales en su apogeo, una flota que llegó a sumar 165.905 toneladas de registro bruto entre sus cuatro barcos principales, y una revolución en la forma en que los españoles entendemos los viajes por mar.
Hoy, cuando grandes cruceros surcan las mismas rutas que una vez trazó Iberocruceros, llevan consigo el eco de aquella naviera que se atrevió a españolizar los mares entre 2003 y 2014.
Su historia perdura como un faro en la memoria colectiva del turismo marítimo español, recordándonos que, a veces, los viajes más significativos son aquellos que nos permiten llevar un pedazo de hogar a través de las olas.
FLOTA IBEROCRUCEROS (2003-2014)
GRAND LATINO
- Período servicio Iberocruceros: 2004-2005
- Especificaciones técnicas:
- Astillero: Wärtsilä Helsinki, Finlandia
- Año botadura: 1973
- Registro bruto: 21.891 GT
- Eslora: 163,80 m
- Manga: 22,80 m
- Calado: 5,85 m
- Cubiertas pasaje: 7
- Capacidad pasajeros: 800
- Tripulación: 320
- Velocidad crucero: 16,5 nudos
- Registro histórico del barco:
- 1973-1991: Royal Viking Sky
- 1991-1994: Sunward
- 1994-2004: Birka Queen
- 2004-2005: Grand Latino (Iberocruceros)
- 2005-2020: Boudicca (Fred Olsen)
- 2020: Desguazado en Aliaga, Turquía
GRAND VOYAGER
- Período servicio Iberocruceros: 2007-2011
- Especificaciones técnicas:
- Astillero: Blohm + Voss, Hamburgo
- Año botadura: 2000
- Registro bruto: 24.391 GT
- Eslora: 180,45 m
- Manga: 25,50 m
- Calado: 5,95 m
- Cubiertas pasaje: 8
- Capacidad pasajeros: 1.200
- Tripulación: 420
- Velocidad crucero: 18 nudos
- Registro histórico:
- 2000-2004: Olympic Voyager
- 2007-2011: Grand Voyager (Iberocruceros)
- 2011-2012: Costa Voyager
- 2013: Desguazado
GRAND MISTRAL
- Período servicio Iberocruceros: 2007-2013
- Especificaciones técnicas:
- Astillero: Chantiers de l’Atlantique, Saint-Nazaire
- Año botadura: 1999
- Registro bruto: 48.200 GT
- Eslora: 216,30 m
- Manga: 28,80 m
- Calado: 6,80 m
- Cubiertas pasaje: 12
- Capacidad pasajeros: 1.700
- Tripulación: 685
- Velocidad crucero: 19,5 nudos
- Registro histórico:
- 1999-2004: Mistral (Festival Cruises)
- 2007-2013: Grand Mistral (Iberocruceros)
- 2013-2019: Costa neoRiviera
- 2019-2022: AIDAmira
- 2023-actual: Ambition (Ambassador)
GRAND CELEBRATION
- Período servicio Iberocruceros: 2008-2014
- Especificaciones técnicas:
- Astillero: Kockums Varv, Malmö
- Año botadura: 1987
- Registro bruto: 47.262 GT
- Eslora: 223,37 m
- Manga: 28,35 m
- Calado: 7,80 m
- Cubiertas pasaje: 10
- Capacidad pasajeros: 1.896
- Tripulación: 670
- Velocidad crucero: 21 nudos
- Registro histórico:
- 1987-2008: Carnival Celebration
- 2008-2014: Grand Celebration (Iberocruceros)
- 2014-2020: Grand Celebration (Bahamas Paradise)
GRAND HOLIDAY
- Período servicio Iberocruceros: 2010-2014
- Especificaciones técnicas:
- Astillero: Aalborg Værft, Dinamarca
- Año botadura: 1985
- Registro bruto: 46.052 GT
- Eslora: 219,21 m
- Manga: 27,91 m
- Calado: 7,10 m
- Cubiertas pasaje: 10
- Capacidad pasajeros: 1.500
- Tripulación: 660
- Velocidad crucero: 21 nudos
- Registro histórico:
- 1985-2009: Holiday (Carnival Cruise Line)
- 2010-2014: Grand Holiday (Iberocruceros)
- 2015-2020: Magellan (CMV)
- 2020: Desguazado en Alang, India
CURIOSIDADES DE IBEROCRUCEROS
Iberocruceros marcó una nueva forma de navegar el Mediterráneo. Cada dato, cada número, cada tradición cuenta la historia de una naviera que se atrevió a españolizar los mares.
El Ritmo del Mediterráneo
- La vida a bordo seguía el pulso vital español: cenas nunca antes de las 20:30
- Primera naviera en institucionalizar el «tiempo de siesta» en sus programas diarios
- Única flota que mantenía horarios españoles incluso en rutas bálticas
- Los domingos marcaban un ritual especial con paellas preparadas en sartenes de 90 centímetros
- 12 hebras de azafrán por kilo de arroz: la medida exacta que se convirtió en estándar de la flota
La España flotante
- El Grand Mistral: 48.200 GT de cultura española surcando el Mediterráneo
- 8 espacios gastronómicos por barco, recreando la geografía culinaria española
- Bodegas a 16°C constantes albergando 2.800 botellas de vinos españoles
- Primera naviera en implementar «tapas bar flotantes» en alta mar
- Pionera en ofrecer clases de baile flamenco certificadas durante las navegaciones
- Única flota que mantenía horarios españoles de comida en rutas bálticas
- Sus itinerarios incluían más festivales locales que cualquier otro crucero mediterráneo
Números que definen una era
- 400.000 pasajeros anuales en su apogeo
- 75% de 680 tripulantes por barco hablaban español
- La bodega del Grand Holiday, con sus 2.400 metros cúbicos, almacenaba suficiente vino español para servir 86.400 copas durante una travesía de dos semanas
- El 75% de los 680 tripulantes promedio por barco hablaba español como lengua materna
- Las rutas más largas alcanzaban los 4.800 kilómetros náuticos, equivalente a recorrer toda la costa mediterránea española cinco veces
- Los barcos mantenían una velocidad de crucero de 19,5 nudos, la velocidad perfecta para que el pasaje pudiera contemplar el litoral mediterráneo durante las navegaciones costeras
Vida a bordo
- Biblioteca: 3.200 libros en español
- Renovación atmosférica: 18.000 m³ de aire por hora
- Producción diaria: 5.800 platos
- Consumo semanal de arroz: 320 kilos
- Club del Capitán: capacidad para 180 personas
- Servicio anual: 42.000 copas de cava catalán
El arte de la escala en puerto
- Escalas extendidas hasta 12 horas en puertos principales
- 3.000 horas de exploración cultural al año por barco
- Itinerarios sincronizados con festivales locales
- Fondeos calculados para maximizar la experiencia en cada puerto
- Los capitanes de Iberocruceros habían perfeccionado un arte poco común: la sincronización de las escalas con los ritmos locales.
- En Venecia, el Grand Celebration entraba en la laguna al amanecer, cuando los primeros rayos del sol doraban los mosaicos de San Marcos.
- En Santorini, el fondeo se calculaba para que los pasajeros pudieran contemplar el ocaso desde los 300 metros de altura de Fira, mientras el barco permanecía en la caldera volcánica.
Innovación y competitividad
- Tarifas entre 20% y 30% por debajo del mercado
- Primera flota española en izar simultáneamente bandera nacional y de Carnival
- Sistemas de estabilización de última generación
- Propulsión diésel-eléctrica eficiente: 27.300 kW de potencia
Geografía Flotante
Los 48.200 GT del Grand Mistral, nacido en los mismos astilleros que dieron vida al legendario Queen Mary 2, albergaban un microcosmos de la España marítima. Sus doce cubiertas, que se elevaban 38 metros sobre la línea de flotación, contenían más restaurantes españoles que cualquier otro crucero de su época: ocho espacios gastronómicos que cartografiaban el paisaje culinario español, desde las tapas andaluzas hasta los mariscos gallegos.
Esta compilación de datos y cifras no solo cuenta la historia de una naviera; revela la transformación del crucerismo español, donde cada número, cada innovación y cada tradición contribuyó a crear una experiencia única en el mar.
VÍDEO ANUNCIO TV 2012 IBEROCRUCEROS
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