Historia del SS Great Eastern – El primer transatlántico gigante
La nueva tendencia de construir barcos cada vez más grandes y con mayor capacidad de pasajeros, ha hecho que se asiente en la mente del crucerista que estos titanes son una moda actual, pero ¿son los barcos con una capacidad mayor a los 4000 pasajeros algo reciente?. Lo hemos investigado y descubierto que no.
Cierto es que desde la llegada de la clase Voyager de Royal Caribbean y la clase Sunshine de Carnival Cruise Line, la tendencia a inaugurar superbarcos se ha ido acrecentando. Sin embargo, mucho antes de esta época, del fallido Phoenix Project de los años 80 del pasado siglo de Norwegian Cruise Line, e incluso con anterioridad a la época dorada de los trasatlánticos de primera mitad del siglo XX, la revolucionaria mente de un ingeniero británico llamado Isambard Kingdom Brunel ideó el mayor barco de transporte de pasajeros hasta la fecha.
CURIOSIDADES E HISTORIA DEL SS GREAT EASTERN
¿Quién era Isambard Kingdom Brunel?
Nació en Portsmouth el 9 de abril y falleció en Londres a la edad de 53 años, un 15 de septiembre de 1859, como consecuencia de un derrame cerebral. A lo largo de su medio siglo de vida fue capaz de destacar como ingeniero en tres facetas distintas: como constructor de puentes, algunos de ellos de gran importancia en Reino Unido, como creador y primer ingeniero jefe de la Great Western Railway y como constructor de transatlánticos.
Fue en esta vertiente en la que diseñó y construyó tres de los buques británicos más famosos del siglo XIX. Los dos primeros, SS Great Western y SS Great Britain, fueron los más grandes del mundo en el momento de su inauguración, 1837 y 1845 respectivamente. Sin embargo, en la mente de Isambard Kingdom Brunel ya bullía la idea de un nuevo buque, mucho más grande que los anteriores o que el SS Atrato, que poseía el récord de buque de mayor tamaño en esos momentos, así nació el SS Great Eastern.
La mayor innovación de Brunel al diseñar el SS Great Eastern fue el uso de doble casco, un concepto que no se volvería a ver en un barco hasta pasados 100 años. Además incluyó un triple sistema de propulsión: hélices de popa, palas laterales, y velas.
El primer trasatlántico con casco de hierro
El SS Great Eastern, apodado como el gran barco (great ship), tenía previsto ser botado el 19 de julio de 1858 en el puerto de Bristol, pero tras graves problemas para hacerlo flotar en los astilleros en el río Támesis donde fue construido, esta no se produjo hasta el 31 de enero de 1858. Algo que retrasó considerablemente sus viajes previstos varios meses. Igualmente inició su viaje inaugural de forma un tanto accidentadas debido a una explosión que costó la vida de algunos operarios, poco antes de fallecer Brunel.
En este momento se convirtió por méritos propios en lo mismo que pudo llegar a representar la inauguración del Oasis of the Seas en nuestra época. Antes de la llegada del barco de Royal Caribbean, era el Liberty of the Seas el más grande del mundo. El Oasis, superó en 70.000 toneladas y 20 metros a su hermano mayor. En cuanto a capacidad, aquel supera casi en 2000 pasajeros en ocupación doble al Liberty of the Seas.
El SS Great Eastern supuso un hito similar, aunque nada más y nada menos que 150 años antes de la llegada del barco de cruceros norteamericano. A mediados del siglo XIX los barcos transatlánticos raramente superaban los 100 metros de eslora y no llegaban a las 5.000 toneladas. El barco diseñado por Brunel y construido en los astilleros J. Scott Russell & Co. casi duplicaba con sus 211 metros la longitud de eslora del SS Astrato y con un tonelaje de algo menos de 19.000 toneladas quintuplicaba la de éste.
Su viaje inaugural, de 2 semanas de duración, tuvo lugar casi dos años después de su botadura, el 26 de julio de 1859 desde el puerto de Liverpool hasta el de Nueva York.
Los números récord del SS Great Eastern
El dato que más sorprende es el de su capacidad. Si la clase Voyager de Royal Caribbean -a caballo entre los siglos XX y XXI- puede hospedar a algo más de 3100 pasajeros, lo que supuso una barbaridad en el momento de su llegada, o los barcos de la clase Freedom de la misma naviera no llegaban a albergar a 3800 personas en ocupación doble, el SS Great Eastern tenía una capacidad para 4000 pasajeros, una auténtica proeza para la época.
De hecho, este récord no fue superado hasta entrado el siglo XX (44 años después) con el debut del SS Imperator el año 1913, barco alemán de la Hamburg America Line que podía hospedar hasta 4234 viajeros.
Pero no fue este el único récord que el SS Great Eastern mantuvo durante un periodo prolongado de tiempo. El récord de barco más largo lo ostentó durante 40 años, hasta el debut del RMS Oceanic, barco de White Star Line, la compañía propietaria del malogrado Titanic, mientras que el RMS Celtic desbancó al barco de Brunel el año 1901 como el buque de mayor tonelaje.
Una vez a flote el SS Great Eastern se vio imponente. Un altísimo casco metálico donde se distribuían 6 mástiles con una superficie de velamen de 1.686 m², cinco chimeneas, estilizada proa recta y popa semicircular, con capacidad para albergar a 4000 pasajeros y 418 tripulantes, así como 6.000 toneladas de carga. Los espacios interiores destinados a primera clase tenían una amplitud nunca vista hasta entonces con decoraciones palaciegas al gusto de la época. Era casi cinco veces mayor que cualquier barco que navegara en aquellos tiempos.
Desde Londres a Sidney sin repostar
A pesar de esas increíbles características el Great Eastern nunca cumplió el objetivo para el que fue construido. En un principio fue diseñado para llegar desde Gran Bretaña hasta Australia y las colonias en Asia sin realizar ninguna escala para repostar. Sin embargo el buque nunca salió del Atlántico como barco de pasajeros. Sin embargo esta travesía atlántica era demasiado costosa, realizando sólo 10 viajes de ida y vuelta a América. Por ello, las dificultades económicas no se hicieron esperar, máxime cuando; sencillamente era poco rentable.
El SS Great Eastern nunca fue rentable en rutas por el Atlántico (nunca se vendieron sus 4.000 plazas disponibles en un viaje). Así en el año 1864 fue puesto en venta, convirtiéndose poco después en un barco dedicado al tendido de cables submarinos, con un breve paréntesis el 1867 que volvió a transportar a viajeros norteamericanos que querían visitar Francia con motivo de la Exposición Universal celebrado en París.
Como muchos otros barcos, terminó su andadura en un desguace en el 1889, año en el que aún conservaba intactos los records por los que se había dado a conocer tres décadas antes.
La leyenda negra del SS Great Eastern
Los continuados accidentes y extraños sucesos que se produjeron alrededor del SS Great Eastern le confirió una fama de barco gafado o con mala suerte. En la propia ceremonia de botadura la rotura de un cable acabó con la vida de un trabajador y sin que pudiera ponerse a flote (se necesitaron 15 días para hacerlo flotar). Algo que entre los hombres de mar se considera como signo de mal agüero.
Luego se sucedieron los accidentes e infortunios con explosiones de las chimeneas en su viaje inaugural, embarrancado frente a las costas de Irlanda en uno de sus itinerarios… Casi en todos sus salidas se pudo contabilizar algún tipo de accidente. Muchas vidas se perdieron desde su construcción y su vida activa y por ello se rumoreaba de la existencia de fanstasmas en sus bodegas.
Otros datos interesantes y poco conocidos
El primer nombre elegido por la hija de uno de los patrocinadores fue el de Leviathan. Pero todos le llamaban Great Eastern o el great ship por lo que se desterró la idea original.
Participó en el tendido del primer cable telegráfico submarino en el Atlántico.
Paradójicamente el barco consiguió navegar finalmente por los mares para los que fue construido, aunque como buque destinado al tendido de cables. Así participó en el cable telegráfico entre Suez y Bombay.
Antes de ser desguazado, pasó sus últimos años en Liverpool como salón de fiestas, y sala de conciertos.
Pasaron 18 meses antes de completar su desguace, empleandose cerca de 200 personas en el cometido.
Uno de sus mástiles se yergue en Anfield, el estadio del Liverpool F.C., utilizado como asta de bandera.
Julio Verne se inspiró en el SS Great Eastern para escribir una de sus novelas. En “Una ciudad flotante” se describe el cruce de este mítico gigante desde Liverpool hasta Nueva York. Otro famoso escritor, Victor Hugo lo incluyó en un pasaje de «La leyenda de los siglos«.
ASÍ FUE EL SS GREAT EASTERN
Espero que este artículo haya gustado a los amantes de los barcos de cruceros y su historia.
Jesús Rico
Editor Regional
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Jesús Rico para CruceroAdicto.com.
Fuente y Fotos Diferentes fuentes históricas | Dominio Público – Wikimedia Commons
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