Las navieras de cruceros Hurtigruten y Royal Caribbean se enfrentan a sanciones por publicidad engañosa en el Reino Unido
Dos compañías de cruceros que operan en el mercado británico, la naviera noruega Hurtigruten y la norteamericana Royal Caribbean, han sido sancionados recientemente por hacer afirmaciones publicitarias incorrectas que pueden confundir al comprador.
La Advertising Standards Authority (ASA), el organismo británico independiente que regula la publicidad en todos los medios de comunicación, descubrió que ambas compañías habían incluido información intencionalmente inexacta en sus sitios web consideradas como publicidad engañosa en la legislación del país .
Publicidad engañosa 1: descuento que no es posible reservar
En concreto, Hurtigruten, la naviera especializada en cruceros de expedición, había informado una declaración engañosa sobre el ahorro en su sitio web.
ASA descubrió una afirmación de ahorro incorrecto que se mostraba a través de un precio tachado y que afectaba a una categoría de camarote en un itinerario denominado «Northern Lights» con salida desde el Reino Unido.
En respuesta a la denuncia de la ASA, Hurtigruten admitió un error informático que provocó que la información del ahorro se extrajera de una ubicación incorrecta de la página web debido a un cambio reciente en los sistemas.
La compañía de cruceros se ha comprometido a rectificar el error con carácter de urgencia y ha declarado que no tenía intención de publicar datos engañosos.
A pesar de las garantías ofrecidas por Hurtigruten, ASA ha dado instrucciones a la compañía para que se asegure de que las futuras promociones de descuentos no malinformen a los futuros clientes incluyendo precios tachados que no reflejen el precio de venta habitual del crucero.
Publicidad engañosa 2: Rávena no es Venecia
En otro caso, se descubrió que Royal Caribbean International, una de las mayores compañías de cruceros del mundo, había confundido a los potenciales clientes con respecto al puerto de salida de uno de sus cruceros.
La ASA dictaminó que el sitio web de la compañía daba a entender falsamente que un crucero saldría de Venecia, cuando en realidad estaba programado para salir de Rávena, un puerto a más de dos horas en coche de la emblemática ciudad italiana.
Royal Caribbean defendió su estrategia publicitaria afirmando que los cruceros tienen prohibido atracar en Venecia, lo que obliga a utilizar puertos alternativos como Rávena.
La compañía también argumentó que su uso de «Venecia (Rávena)» era coherente y aclaraba que el barco no atracaba ni partía de Venecia.
La compañía de cruceros sugirió que el uso de palabras calificativas o nombres de lugares es una práctica común en el sector de los viajes y es bien comprendida por el consumidor medio.
Royal Caribbean propuso cambiar el calificativo a «Rávena (Venecia)» para solucionar el problema. La compañía también reconoció la posibilidad de confusión para el consumidor, pero mantuvo que siempre proporcionaba suficiente información sobre el punto de partida y el itinerario antes de que los clientes reservaran el crucero.
Sin embargo, ASA estimó la reclamación y prohibió el anuncio, declarando que incluso con la propuesta de invertir la calificación, los consumidores seguían interpretando que el crucero partía de Venecia.
La Advertising Standards Authority concluyó que esta impresión engañosa hacía inaceptable el anuncio.

En ambos casos, las sanciones impuestas por la ASA subrayan la importancia de la transparencia y la exactitud en la publicidad.
A medida que los consumidores recurren cada vez más a las plataformas online para organizar sus viajes, los operadores de cruceros deben asegurarse de que sus materiales promocionales sean claros, precisos y no engañosos.
Las medidas tomadas contra Hurtigruten y Royal Caribbean sirven como recordatorio a todas las navieras de cruceros de que confundir a los clientes, ya sea intencionadamente o no, puede tener repercusiones significativas.
Esta protección contra estas malas prácticas deben ayudar especialmente a los nuevos viajeros que se acercan al mundo de los cruceros.
Los más veteranos ya hemos aceptado esta costumbre de enmascarar los puertos base o de escala con destinos mas atractivos y con mayor efecto de atracción en ventas.
El viajero reclama y merece transparencia de los diferentes cruceros ofertados.
No es lo mismo Rávena que Venecia, ni Civitavecchia es Roma, ni Cádiz es Sevilla, algo que a fuerza de viajar el cruceroadicto va descubriendo, pero que deberíamos conocer antes de reservar para preparar correctamente y ajustar los costes del viaje.
No todo vale para vender más.