Nuestra experiencia en el Disney Dream de Disney Cruise Line recorriendo el Mediterráneo
Tras muchos años navegando en multitud de barcos y navieras hemos cumplido ese sueño que todo crucerista veterano tiene en sus listas de viajes deseados. Finalmente hemos podido embarcar y sobre todo vivir lo que es un crucero con Disney Cruise Line.
Todavía en proceso de asimilación de la realidad (no es fácil vivir durante tantos días rodeados de tanta magia), la primera conclusión que llega a nuestra mente es que un crucero Disney no es un crucero.
No es un crucero al uso como a los que estamos acostumbrados. Es esto, con ciertos matices, y mucho más. Sería mejor definirlo como una experiencia viajera inmersiva.
El nivel de detalle, planificación y actividades a bordo es tan grande que el viaje se convierte en toda una experiencia tan única que cualquier persona (incluso si eres el enanito Gruñón) entrará casi sin darse cuenta, llegando a olvidar en algunos momentos que estás en un barco en mitad del Mediterráneo.
Tanto habíamos oído de otros cruceristas que teníamos muchas expectativas antes de embarcar. A bordo descubrimos algo en lo que la factoría Disney es experta: superarlas.
Hoy compartimos nuestra experiencia navegando en el Disney Dream desde el puerto de Barcelona en un itinerario de 7 noches recorriendo puertos del Mediterráneo occidental alojados en una cabina con balcón.
Nuestra primera duda antes de embarcar era ¿una pareja sin hijos, con cierta experiencia en cruceros, y que ha crecido con los personajes de Disney desde la infancia disfrutaría esta semana en el Disney Dream?
Queríamos comprobar si era una opción vacacional para aquellos que viajan sin niños, pero que quieren sentirse niños sin renunciar a esos momentos de relax y espacios de adultos, ni a las tradiciones más arraigadas en cualquier viaje en crucero.
Embarcando en el Disney Dream en Barcelona
No era el más grande, ni el primero amarrado en las instalaciones del puerto de Barcelona, sin embargo captaba todas las miradas (algo que nos pasó en cada una de las escalas a las que llegamos esta semana).
No es frecuente ver un barco con esta silueta clásica, como si hubiera sido teletransportado desde del siglo pasado, pero en perfecto estado de mantenimiento, y donde sus imponentes chimeneas rojas le dan una personalidad cautivadora. Es fácil pasar horas mirando cada uno de sus detalles en su casco y cubiertas.
Tras cruzar el puente que conecta la ciudad de Barcelona con los muelles adosados llegamos al edicio de la terminal donde procedemos al check-in y embarque. Si bien encontramos algunos momentos de descoordinación ante la masiva llegada de autobuses con cruceristas, una vez indicamos a los asistentes portuarios tu hora de embarque fuimos ágilmente conducidos al proceso de embarque el cual, gracias a haberlo realizado previamente online, no tomó más de 10 minutos.
Desde ese momento en que cruzamos al edificio ya nos dimos cuenta que estábamos en territorio Disney.
¡Damos la bienvenida a la Familia Garcia-Lee!, de esta forma tan peculiar y sorprendente anunciaron nuestros nombres un pequeño séquito de tripulantes uniformados al poner un pie en el Disney Dream. Este proceso se realizaba con cada persona que embarcaba.
Ya podéis imaginar las caras de los niños al oír sus nombres antes de entrar en el espectacular Atrio abierto a 3 cubiertas donde una gran escalinata palaciega y la estatua del Pato Donald los recibía.
Habíamos entrado por el nivel inferior del Atrio situado en la cubierta 3 y desde ese momento nos dimos cuenta que no estábamos en un barco de crucero típico. La decoración estudiada hasta el último centímetro nos transportaba inmediatamente a la Época Dorada de los majestuosos transatlánticos, inspirado cada espacio en el Art Deco y Art Nouveau.
Los ojos no paraban de escudriñar cada rincón y en cada uno de ellos aparecía alguna huella de la genialidad de Walt Disney y la magia que inspira cada uno de sus parques o películas.
Tras esos minutos procesando tanta información, nuestra mente de crucerista nos hizo recordar ese momento que todos disfrutamos al embarcar: localizar y explorar el camarote. Nuestra hogar lejos de casa para los próximos días.
Sin dejar de observar embobados cada detalle en las escaleras, ascensores y pasillos (fue una misión compleja llevar las maletas y sacar fotos al mismo tiempo) localizamos nuestra cabina donde encontramos nuestras tarjetas de pasajeros (con un diseño especial celebrando los 25 años de servicio de la naviera).
LA CABINA
El primer detalle que observamos al acceder a nuestra cabina con balcón, situada en la cubierta 6, es que había una puerta cerrada que comunicaba interiormente con la cabina contigua.
Al estar Disney Cruise Line orientada a familias es normal encontrarse con estas puertas, ya que es una de las navieras que más camarotes comunicados dispone para que hijos y padres puedan disfrutar con más comodidad sus vacaciones, pero con la sensación de intimidad.
La cabina decorada con colores cálidos y detalles que entonan con el tema general del barco incluye todos los espacios y elementos que podemos necesitar en nuestro viaje.
Cómoda cama tamaño queen, amplios armarios (con gran cantidad de perchas), diferentes cajoneras y espacio de almacenaje, enchufes adaptados a todo tipo de formatos y cargadores USB, televisión interactiva (donde ver tanto la información del barco, cámaras exteriores, como canales de TV y una gran colección de películas de Disney), mini frigorífico, caja de seguridad, y secador de pelo.
En la zona de estar, junto al balcón, un ámplio sillón se convierte en cama frente a la mesa tocador. Una cuarta persona podría alojarse si se desplegara una litera oculta en el techo, y que el asistente de cabina prepara y recoge cada noche.
Algo que distingue a los barcos de Disney es tener 2 espacios de baños separados para mejorar el flujo y comodidad de las familias. Un baño con el inodoro, y otro con una ducha/bañera, ambos con lavabos y decorados con los azulejos típicos de los barcos clásicos.
El balcón exterior permite unas grandes vistas del océano justo encima de la cubierta donde se sitúan los botes característicos salvavidas amarillos. Dos sillas y una mesita permiten tener momentos de completo relax y un lugar privilegiado donde tener una comida ya que el servicio de habitaciones no tiene coste alguno.
Una preciosa cabina, donde un diseñado flujo de los espacios salvan las tradicionales estrecheces de los camarotes de crucero.
EL BARCO Y LA VIDA A BORDO
El Disney Dream fue construido en el 2010 y remodelado en 2020, sin embargo parece que salió ayer mismo del astillero gracias a un impecable mantenimiento llevado a cabo por un ejército invisible de operarios.
Con capacidad para casi 4.000 pasajeros en ocupación máxima atendidos por una dotación de 1.458 tripulantes este barco de Disney Cruise Line desplaza 129.690 gt y dispone de 14 cubiertas.
En el interior todo merece ser mirado 2 veces. Cada elemento decorativo encaja a la perfección y en ocasiones puede cambiar frente a tus ojos, como muchos de los cuadros que revisen sus paredes. Hasta las moquetas de los pasillos adornadas con motivos náuticos esconden secretos para los que saben mirar con otros ojos.
El Atrio de estilo Art Deco crea un ambiente elegante con su enorme chandelier de cristal y la estatua de bronce del Pato Donald justo en frente de la escalera de mármol.
El personaje más famoso de Walt Disney, Mickey Mouse, se puede ver en todas partes: en camarotes, obras de arte, vajillas, barandillas, incluso en el exterior de la popa caracterizado como hechicero.
La mayoría de espacios comunes o de ocio se concentran entre las cubiertas 3 y 5, y entre las cubiertas 11 y 13.
Comenzando en la cubierta 3, en el centro del barco localizamos el Atrio. Si nos dirigimos hacia la proa, tras pasar frente al Guest Services, encontraremos la amplia zona de tiendas, y el nivel inferior del espectacular Walt Disney Theatre, lugar donde se representan los diferentes espectáculos disponibles cada noche.
Aquí disfrutamos de 3 espectáculos, al mas puro estilo Broadway, que sólo por verlos justificaría viajar en el Disney Dream por su gran calidad. Especialmente espectacular fue el show de La bella y la bestia, donde un gran elenco de actores, cantantes y bailarines dieron vida a la popular historia realizada por un gran despliegue de efectos especiales.
En ese mismo nivel, en dirección a la popa, tendremos acceso al Royal Palace y el Animator’s Palate, dos de los tres comedores incluidos en el precio de la reserva y en los cuales cenamos de forma rotatoria cada noche. El tercero, Enchanted Garden, se sitúa bajo el Atrio en la cubierta 2.
Si paseamos por la cubierta 4, comenzaremos en la proa por el segundo nivel del Walt Disney Theatre, seguido del cine Buena Vista Theater. Nunca vimos un cine de estas dimensiones y calidad a bordo de un barco de crucero antes. Fue aquí donde disfrutamos del estreno de la nueva versión de La Sirenita en una de sus múltiples sesiones programadas, todo un lujazo en alta mar.
Continuando nos encontramos con el primer piso alrededor del Atrio, y donde en una de sus rincones se localiza uno de los lugares donde puedes degustar un excelente café y dulces, el Vista Café.
Al otro lado el departamento de fotografía y el comienzo de un largo pasillo iluminado por grandes ojos de buey desde donde se accede a una joyería de alto nivel y el D Lounge, un gran salón multifunción donde se realizan todo tipo de eventos, cursos, y juegos durante el crucero.
Ya en popa localizamos la primera zona, que dependiendo de la hora, es exclusiva para adultos denominada The District. Allí podemos disfrutar tomando un cóctel o cerveza en el 687 Pub, District Lounge con música en vivo cada noche, el Pink especializado en espumosos y champagnes.
Al cruzar los anteriores espacios llegaremos al Evolution, que dependiendo de la hora funciona como discoteca o karaoke. Conectado por un acceso lateral se llega al Skyline, un bar con una relajada atmósfera y con unas impresionantes vistas de New York como telón de fondo.
Además del nivel superior del cine, la oficina de excursiones (denominada Port Adventures), y un servicio de modista que puede confeccionar cualquiera de los vestidos o disfraces de los personajes Disney, lo más significativo en esta cubierta 5 es el acceso a los clubs infantiles.
En concreto localizamos los Disney’s Oceaneer Club, donde los niños de 3 a 12 años pueden interactuar con sus personajes favoritos y participar en multitud de actividades mientras exploran tierras mágicas multi temáticas.
En las cubiertas superiores del Disney Dream es donde encontramos la diversión en forma de agua tanto para familias como sólo adultos, además de algún espacio que se convirtió en nuestro favorito.
Entre las 2 chimeneas, justo en la cubierta 11, se localiza toda la acción. Además de 2 piscinas (una con la forma de Mickey), varios jacuzzis y un pequeño parque acuático para los más pequeños (Nemo’s Reef), se sitúa el Funnel Vision Deck Stage.
Este escenario será el centro de todas las fiestas (incluida la divertidísima de comienzo de crucero y la de Piratas del Caribe), espectáculos y donde de forma contínua se proyectan las populares películas de animación de la factoría Disney.
En el mismo nivel, si nos dirigimos hacia la popa, llegaríamos al gran buffet Cabanas (con una zona para comer en el exterior muy recomendable), y hacia la proa el área de comida rápida y más informal donde poder localizar desde hamburguesas y pizzas hasta ensaladas y helados.
Justo al final es donde comenzaría el oasis de paz para aquellos que quieran mantenerse fuera del bullicio de los niños.
En el Quiet Cove Adult Pool encontramos una zona exclusiva para adultos donde además de la piscina con acceso directo a un bar, se sitúan una preciosa cafetería (Cove Café) donde poder tomar desde una copa a un delicioso café junto a increíbles dulces.
La parte final de esta cubierta es ocupada por el Spa Senses donde es posible recibir una amplia variedad de tratamientos de relax o belleza o ir al completo gimnasio.
Subiendo un nivel, cruzando las amplias zonas de tumbonas para tomar el sol, llegaríamos al acceso de la gran atracción a bordo. El parque acuático denominado AquaDuck serpentea entre las chimeneas e incluso llega a salir del barco en un trepidante descenso en balsas arrastradas por el agua.
Ya en popa se sitúan los 2 restaurantes con coste adicional, Remi y Palo, y posiblemente el lugar más bonito del barco, el bar Meridian, desde donde disfrutar de las mejores vistas del atardecer.
Ya en la cubierta 13 podemos disfrutar de la zona deportiva situada en la popa, que incluye un divertido minigolf, y en la proa diferentes zonas de tumbonas, un bar, y una mini piscina (Satellite Falls) con las mejores vistas sobre el mar.
La vida a bordo es vibrante y siempre hay algo atractivo que hacer adaptado a todas las edades y momentos del día. Para no perdernos nada y elegir aquellas que se adaptan a nuestro estilo de viajero es imprescindible consultar el App de Disney Cruise Line que se conecta al WIFI sin coste.
Es aquí donde sabremos (y seleccionaremos como favoritos) aquellas actividades y eventos que suceden a bordo a lo largo del día y la noche ( y son muchas).
Desde hacerte una foto con tus personajes favoritos Disney, participar en un taller de papiroflexia, ver un estreno de cine, o cuando hay una fiesta, este app es el mejor aliado para disfrutar la experiencia a bordo del Disney Dream que se adapte a tus gustos.
Si alguien sabe llevar el entretenimiento a la máxima expresión es Disney. En nuestro días a bordo no paramos.
Unos días nos convertimos en detectives buscando pistas en un increíble juego a lo largo y alto del barco, otro nos disfrazamos de piratas en un fiesta en la cubierta que incluía fuegos artificiales, otro nos reíamos al crear nuestro propio personaje de animación mientras cenábamos y verlo bailar … sería imposible contar cada una de ellas.
GASTRONOMÍA EN EL DISNEY DREAM
En lo gastronómico es donde el Disney Dream se diferencia de otros cruceros donde hemos viajado anteriormente.
Para empezar no tenemos asignado un restaurante para cenar, sino tres, que vamos alternando cada noche juntamente con nuestros camareros. Cada uno tematizado y con una atmósfera diferente. Gracias al App sabremos cada día donde cenaremos (aunque nuestros camareros nos lo recordarán cada noche).
El Royal Palace basado en las princesas de las películas Disney, Enchanted Garden que recrea un idílico jardín con su pozo de los deseos en el centro, y el posiblemente más divertido e informal el Animator´s Palate que se ambienta en los estudios de animación de la compañía.
El servicio atento, y un amplio menú donde podrás encontrar deliciosos platos que cambian cada noche nos acompañará en cada cena rotatoria en los diferentes restaurantes.
En este punto hay que indicar que no existe la opción de turno abierto, ni el buffet está disponible durante las cenas.
Cabanas es el buffet situado en la cubierta 11 disponible para desayunos y almuerzo con una gran variedad de platos y opciones. Allí nos sorprendió encontrar una sección dedicada al marisco y donde cada día podíamos degustar gambas, mejillones y hasta patas de cangrejo de Alaska. La zona exterior situada al final es un maravilloso lugar para disfrutar de tu comida.
Por cierto, en la sección de bebidas, además de poder disponer de agua, te, y café americano es posible tener refrescos como Coca Cola sin coste extra.
Si buscamos algo más informal, en esa misma cubierta bajo la chimenea encontraremos una serie de restaurantes de comida rápida donde degustar hot dogs, sandwiches, ensaladas, burritos o una clásica hamburguesa con patatas.
Durante nuestro crucero, además disfrutamos de una cena en Palo, el restaurante italiano situado en la cubierta 12. Una extraordinaria experiencia en un ambiente más íntimo, y donde el excepcional servicio complementa los diferentes platos de inspiración italiana, generosa en porciones y en intensidad de sabores.
No podemos olvidar en el apartado gastronómico las delicias que pedimos por el servicio de habitaciones y que disfrutamos en la tranquilidad de nuestro balcón mientras veíamos atardecer sobre el Mediterráneo. Sin duda uno de los momentos del viaje.
ITINERARIO, EXCURSIONES Y ESCALAS
Nuestro itinerario partía desde el puerto de Barcelona mientras sonaban las melodías más populares de Disney por las sirenas del barco y daba comienzo la fiesta de inicio de viaje en la cubierta.
Durante los 8 días que tardamos en regresar al puerto español hicimos escala en algunos de los más atractivos del Mediterráneo occidental y donde comprobamos que cada una de ellas tenía horarios en puerto bastante amplios.
El primero de ellos fue el puerto francés de Cannes, justo un día después de celebrarse su popular festival de cine. Un encantador puerto de la Costa Azul francesa que necesitó de tenders (embarcaciones) para llegar a tierra y regresar a bordo. Nos pareció muy curioso cómo montaron un muelle flotante para facilitar y agilizar el acceso a ellos.
En Livorno, la entrada natural a las joyas turísticas del norte italiano, Pisa, Lucca y Florencia, decidimos quedarnos a bordo y disfrutar del propio barco, ya que lo habíamos visitado en repetidas ocasiones.
Para nuestra sorpresa comprobamos que no éramos los únicos cruceristas que querían disfrutar las piscinas, cubiertas exteriores y sobre todo el AquaDuck. Esto fue algo que comprobamos en el resto de puertos y que diferencia el Disney Dream de otros barcos donde prácticamente todo el pasaje desembarca.
Siguió la escala de Nápoles y donde nos acercamos a visitar el Teatro de San Carlo, muy cerca del propio Terminal. Como suele pasar en esta gran escala, Pompeya y la isla de Capri fueron las excursiones más populares según nos contaron otros cruceristas.
Civitavecchia, puerto no oficial de Roma, fue el siguiente donde decidimos igualmente quedarnos disfrutando el barco, especialmente en la zona de adultos.
Tras un calmado día de navegación, donde el Mediterráneo parecía más un lago que un mar, llegamos nuevamente a Barcelona donde terminaba nuestra aventura.
CONCLUSIONES FINALES
Siendo esta la primera experiencia a bordo de un barco de Disney Cruise Line hay muchos matices relevantes comparados con otras experiencia de cruceros.
Un crucero Disney es mucho más que un crucero. Podríamos definirlo como un viaje temático que combina la magia de los parques de Walt Disney con la emoción de un crucero con algunas particularidades. Recordemos que los barcos de Disney no tienen casino, y tampoco disponen de paquetes de bebidas tan comunes en otras navieras, pero tiene otros extras que harás que no te acuerdes de ellos.
Con un enfoque marcadamente orientado hacia las vacaciones familiares, si vas con hijos te costará convencerlos que bajen el último día. Con tanto que hacer, sus personajes favoritos súper accesibles cada día en cualquier rincón del barco, parques acuáticos espectaculares, clubes, restaurantes interactivos… No conozco experiencias tan inmersivas como esta.
Si optas por viajar solo con tu pareja, sin hijos, y te gusta el mundo Disney (abstenerse aquellos que no les guste), podrás disfrutar un viaje en el que tu mismo decides los momentos en que quieres ser un niño grande, o disfrutar tu tiempo relajado tomando ese cóctel sólo con adultos.
Si algo hemos comprobado es que es posible disfrutar ambos mundos y momentos gracias a los diferentes salones, piscinas y cubiertas con el acceso limitado a menores. Allí podías refugiarte en un oasis donde desaparecía el murmullo de las familias y niños disfrutando sus vacaciones, y simplemente disfrutar del mar y el atardecer junto a tu pareja.
Sin duda es una experiencia de crucero que todo crucerista debería tener en su lista de futuros cruceros (con o sin hijos).
¡Felices próximos cruceros, y esperamos veros a bordo muy pronto!
Jesús García y Cherilyn J. Lee
Editores
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Publicado: 13 junio 2023
Autor: Jesús García y Cherilyn Lee para CruceroAdicto.com
Fuente y Fotos: Jesús García y Cherilyn Lee
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