Disponíamos de unos días de vacaciones antes de acabar el año y nada mejor que un crucero fluvial para relajarnos y desconectara antes de meternos en la vorágine de las fiestas.
De nuevo pensamos en CROISIEUROPE, en cuyo catálogo encontramos cruceros especiales para estas fechas, de cuatro a siete días y destinos para todos los gustos, desde los populares mercados de Navidad en el Rin, el Danubio o el Sena a Venecia y su laguna o el Duero y el Guadalquivir.
Todos ellos muy apetecibles, pero teníamos que decidirnos por alguno. El año pasado fuimos a conocer los mercados de Navidad de la Alsacia y Selva Negra, a bordo del Ms. Beethoven, una experiencia inolvidable que recomiendo a todo el mundo.
En esta ocasión, nos convenció un destino más cercano y con mejor clima, por lo que optamos por Andalucía, un crucero por el Guadalquivir de cinco días, a bordo del ”Ms Belle de Cadix” y aunque ya conocíamos las escalas, son ciudades tan bellas que siempre es un placer volver.
Salimos de Madrid a las 10,30 h., en un cómodo viaje a bordo del AVE, a las 13,00 h., llegamos a la estación de Santa Justa en Sevilla, desde donde nos trasladamos en un autobús de la línea C2, que nos dejó muy cerquita del Muelle de las Delicias, donde estaba atracado nuestro barco.
A pesar de estar en Diciembre, Sevilla nos recibió con una temperatura de 23º C y un cielo despejado que invitaba a pasear y descubrir sus rincones. Dejamos el equipaje en la consigna de la estación de autobuses cercana y nos dispusimos a disfrutar de las horas previas al embarque.
Una deliciosa comida a base de tapas típicas y un paseo hasta la impresionante Plaza de España y el Parque de María Luisa, donde habían instalado un mercado de Navidad con preciosas casetas de madera y una gran pista de hielo que chocaba con las altas temperaturas.
A la hora prevista, recogimos nuestro equipaje y nos dirigimos caminando hasta el Muelle de las Delicias, donde nos esperaba nuestra nave.
A pie de barco nos recibió un miembro de la tripulación que se hizo cargo de nuestro equipaje, nos acompañó a la recepción y acto seguido a nuestro camarote. El embarque con CroisiEuropee resulta más cómodo y ágil que el registro en un hotel.
A bordo del barco me encontré como en casa, era el tercer crucero que hacía con esta compañía y tanto la distribución como el esquema decorativo, es muy similar en todos sus barcos construidos antes del 2014, los construidos o reformados desde esta fecha, cuentan con menos cabinas, lo que les dota de más espacio interior y un diseño más moderno y de alta gama.
Valoración del MS Belle de Cadix por el Guadalquivir: el barco
Ms La Belle de Cadix, nació en Bélgica en 2005, en el astillero de Namur, desde dónde llegó navegando por el río Mosa hasta Nijmegen, luego por el Rin en Alsacia a Estrasburgo, su puerto de origen, dónde le prepararon y vistieron para el bienestar de sus futuros pasajeros. Más tarde, su viaje le llevó a Cádiz a través de Rotterdam, el Canal Inglés, Mar del Norte y Golfo de Vizcaya.
Sus medidas son : 110 m. de largo, 11,40m. de ancho, una profundidad de 1,80 m.y 3 motores de 600 ha cada uno. Su capacidad es de 176 pasajeros acomodados en 90 cabinas distribuidas en tres puentes y un equipo compuesto por 36 personas.
Este barco es el número 24 de una flota de 41 y fue reformado en 2010 con una decoración clara y luminosa que le dota de un aspecto impecable y acogedor. Lo que le distingue del resto de la flota es que no sólo es capaz de navegar por el río, sino que también navega por las costas atlánticas.
En ese itinerario atraviesa Andalucía de Sevilla a Cádiz sobre el Guadalquivir y se interna por el Guadiana a Portugal, descubriendo en su recorrido los más bellos lugares.
Nuestro camarote, situado en la cubierta superior, contaba con todo lo necesario para una estancia confortable. A destacar un amplio ventanal panorámico que le hacía muy luminoso. Todos los camarotes son similares en tamaño y equipamiento, independientemente del puente en el que estén situados, la única diferencia, es que los del puente inferior tienen ojo de buey en lugar de ventana.
En cuanto a las zonas comunes, encontramos la recepción, una pequeña tienda de recuerdos, el piano bar que a pesar de ser una pequeña sala muy acogedora, a penas he visto que se use, el comedor donde se sirve el desayuno y las comidas en un único turno y el centro neurálgico del barco, el salón multiusos donde se desarrollan la mayor parte de las actividades lúdicas y reuniones informativas.
Por último, el puente sol con tumbonas y una pequeña piscina ideal para el verano.
Ambiente a bordo
Esta salida era exclusiva para cruceristas de habla y costumbre hispanas, y eso se notó mucho en la organización y el ambiente del barco. Los horarios de las comidas estaban adaptados a nuestras costumbres y aunque en los cruceros fluviales suelen variar mucho en base a las escalas
y las excursiones previstas, en este caso el almuerzo era servido a las 14.30 h. Y la cena a las 21.00 h. o 21:30 h.
El pasaje era muy variado en cuanto a edad y composición; Grupos organizados, familias completas, grupos de amigos y parejas. A penas había niños, un par de bebés y algún adolescente.
Siempre he pensado que tanto la percepción como los recuerdos del viaje, se forjan en función de la gente que te acompaña y en este caso ambas cosas fueron insuperables.
En un primer momento, sentimos cierta inquietud, mirábamos a un lado y a otro haciendo cábalas sobre quienes serian nuestros compañeros de mesa.
En el comedor, nuestras dudas se disiparon, ya esperaban dos encantadoras parejas, de edad muy similar a la nuestra y procedentes de dos extremos de nuestra geografía, con los que conectamos desde el minuto uno y con los que compartimos además de las comidas, risas, charlas, copas, paseos y excursiones.
Gastronomía a bordo
La gastronomía en los barcos de CroisiEurope tiene una gran influencia de la cocina francesa, haciendo guiños a la cocina típica de la zona por donde navega, en esta ocasión no faltaron las tapas, las aceitunas como aperitivo en el bar o el jamón serrano.
El menú está compuesto de un entrante, un plato principal con una o varias guarniciones y un postre. Como ejemplo de almuerzo: “Jamón serrano con melón – Pechuga de pato con salsa de miel, tomate, polen ya con frutos secos y gratinado de coliflor –Panna Cota de mango y melocotón”.
Ejemplo de cena: “Ensalada de pulpo –Lomo de cerdo a la parrilla, salsa de hierbas, gratinado con dos verduras –Carpaccio de piña con jarabe de menta, vainilla y sorbete de mango”. No faltó el foie gras y él champán en la cena de gala.
En cuanto a las bebidas, desde el año pasado están incluidas tanto en el restaurante como en el bar, a excepción de alguna marca determinada y el champán. Después de este crucero, sugeriría a CroisiEurope que intensificarán la actividad de gimnasia, pues entre comidas y aperitivos servidos en el bar, imposible no engordar.
Escalas y excursiones
Las escalas de este crucero, pocas por la brevedad del mismo, pero muy bonitas y con mucho tiempo para disfrutarlas.
● 4 de diciembre (Sevilla). Embarcamos sobre las cinco de la tarde, lo que nos permitió tener unas horas desde nuestra llegada a la ciudad, para pasear y tomar el pulso a la ciudad. Después de cenar, salimos a tomar unas copas por los alrededores. En el Muelle de Las Delicias había restaurantes y bares de copas con mucho ambiente, teniendo en cuenta que era fin de semana y hacia una temperatura primaveral.
● 5 de diciembre (Sevilla). Había programada una excursión de día completo a Granada, con almuerzo y entradas incluidas a la Alhambra y para los que no contrataran la excursión, tiempo libre en Sevilla y almuerzo a bordo. Esta excursión no se realizó ya que no se apuntó nadie. Por la tarde visita guiada de Sevilla (25 €) Salida guiada a pie para visitar la ciudad. eL barrio julio de Santa Cruz, el Alcázar, etc. Cómo ya conocíamos Sevilla, la visitamos por nuestra cuenta, con finos y tapas incluidos. El barco no zarpaba hasta la madrugada, gracias a lo cual tuvimos tiempo de disfrutar de la vida nocturna de la ciudad.
● 6 de diciembre (Cádiz). Llegamos a Cádiz a las 10 de la mañana y en esta ocasión si contratamos la excursión a pie para visitar la antigua ciudad (10 €). Interesante recorrido por “La Tacita de Plata” , la guía se excedió en mostrar sus opciones políticas y creo algunas situaciones comprometidas, aunque sólo fue la anécdota del recorrido. Regresamos al barco para el almuerzo y por la tarde visitamos por libre la zona costera de la ciudad. Por la noche habíamos contratado otra excursión, (38 €) Se trataba de un espectáculo flamenco en un tablao en el casco antiguo de Cádiz, una hora y media de flamenco auténtico, según decían los entendidos. Sólo puedo decir que me gustó muchísimo. Tenía una consumición incluida en el precio.
● 7 de diciembre (Cádiz – El Puerto de Santa María). Partimos de Cádiz a primera hora de la mañana y al terminar el desayuno ya habíamos atracado en El Puerto de Santa María, en el muelle situado en el centro de la ciudad. Para este día habíamos contratado la visita de Jerez de la Frontera y bodega “Tío Pepe” (34 €).
Un recorrido en autobús durante 45 minutos con una guía local en dirección a Jerez de la Frontera, un tour panorámico de la ciudadanía autobús, seguido de un recorrido a pie por el centro histórico de esta bonita población que lucia sus galas navideñas y un extraordinario ambiente, a continuación una visita guiada de la bodega “Tío Pepe” todo un emblema de la zona.
Estas bodegas son muy grandes y tienen mucha historia. Las explicaciones muy entretenidas e ilustrativas terminaron con una degustación de sus vinos. Al finalizar la visita, tiempo libre en la ciudad, donde paseamos por la zona comercial para hacer alguna compra, tras lo cual, regresamos en autobús para el almuerzo a bordo.
Por la tarde visitamos el centro histórico del Puerto de Santa María, que me pareció una ciudad muy distinta a la que conocía en verano, me dio la impresión de estar un poco desierta y triste.
Regresamos al barco a prepararnos para la cena de gala. Precedida de un aperitivo en el salón bar, en esta ocasión muy bien surtido, canapés, aceitunas, almendras, etc, servido en las mesas y champán para brindar con el capitán.
Un fantástico menú seguido de una noche de baile, puso el broche final a este crucero, mientras navegábamos hacia Sevilla, donde desembarcaríamos la mañana siguiente.
Mi opinión final
El crucero a bordo de este barco, ha sido una forma distinta de visitar ciudades ya conocidas, dejándonos guiar por sus calles y monumentos y descubriendo rincones que no habíamos visto antes. Hemos disfrutado de de cada momento en compañía de nuevos amigos.
Los puntos fuertes del barco, han sido su gastronomía, su amable tripulación y las escalas con tiempo para disfrutar del destino.
Lo que menos me ha gustado ha sido que la navegación fuera nocturna y no poder contemplar el paisaje de la rivera del Guadalquivir, pero en invierno y con pocas horas de luz, no se puede tener ambas cosas, escalas largas y navegación diurna.
Recomendaría este crucero a todo el mundo con ganas de pasarlo bien, socializar y disfrutar del destino. Sin duda repetiría con cualquier barco de CroisiEurope, pero ya que conozco tres muy similares, espero que el siguiente sea uno de los nuevos, quizás por el Loira, un Berlín-Praga o el más exótico por el Mekong.