No hay mejor viaje que un crucero no planeado. Aunque como crucerista me gusta reservar los cruceros con mucho tiempo de antelación para poder elegir con cuidado el barco, itinerario, y la cabina, debo aceptar que un viaje de último momento puede ser una maravillosa experiencia.
Eso es exactamente lo que ha ocurrido con nuestro último crucero. No estaba en nuestros planes de este año embarcar en verano ( por ahora regresar a Japón con Holland America Line es nuestro gran viaje) y menos en un barco de nuestra naviera favorita.
Un itinerario de 11 noches explorando las costas de diferentes islas del Atlántico Norte, cruzando nuevamente este año el Círculo Polar Ártico, no aparecía en nuestro radar viajero. Sin embargo, cuando algo tan bueno aparece no solemos dudar.
Así fue como en mayo localizamos una gran oferta de último minuto de nuestra querida naviera Holland America Line, a bordo del barco que ya consideramos como nuestra segunda casa, Nieuw Statendam.
Un precio para una cabina interior y en una ruta de 11 noches entre Copenhague y Reikiavik que mejoraba en mucho las que veíamos en otras navieras no premium como HAL, más masificadas y más populares. Una vez que los costes de los vuelos entraron en nuestro presupuesto lo reservamos sin dudarlo directamente en la web de la propia naviera (es donde encontramos el mejor precio y extras).
Hoy me gustaría compartir nuestro diario del viaje y las experiencias vividas durante estos días por las frías aguas de Noruega, Islas Feroe, e Islandia.
Diario a bordo del Nieuw Statendam por Noruega, Islandia e islas Feroe
MADRID – BARCELONA – COPENHAGUE
14°C
Volando a Copenhague desde Madrid
A las 4:30 de la mañana ya habíamos llegado al Aeropuerto de Barajas (Madrid) para comenzar nuestra nueva aventura. Nunca tenemos problemas para madrugar para ir al aeropuerto (casi ni podemos dormir de la emoción por el nuevo viaje).
Esta vez llegaríamos a Copenhague, puerto base de inicio de nuestro crucero, usando el puente aéreo con Barcelona (Iberia) y otro desde la capital catalana hasta la danesa (SAS).
Una vez aterrizados nuestra primera misión fue llegar al hotel donde pasaremos la noche para llegar más relajados al embarque.
Usando la red de metro de Copenhague desde el propio aeropuerto (líneas amarilla y azul) llegamos finalmente a nuestro hotel (Fairfield by Marriott) muy cercano al Terminal de Cruceros ubicado en la zona industrial.
El hotel está emplazado en una nueva y bonita área de la ciudad junto al mar con supermercados y restaurantes donde abastecernos y pasar las horas previas a nuestro crucero.
Agotados por el madrugón, sólo tuvimos energía para comer una rica hamburguesa, comprar agua y galletas en un Lidl cercano y regresar al hotel para dormir.
COPENHAGUE
15° C
Comienza la aventura, ¡todos a bordo!
Tras un delicioso desayuno en el propio hotel (es de los pocos que lo incluyen en la tarifa) era el momento de dirigirnos al Terminal de Cruceros para embarcar en el Nieuw Statendam.
Andando, en 10 minutos, llegamos a la estación de metro Orientkaj donde se suponía estaba una parada de bus que lleva directamente al Terminal.
Tras esperar 15 minutos en una larguísima cola de cruceristas esperando, decidimos volver a andar hasta el propio barco (aprox.2km). Esta será la segunda vez que hacemos esto, ya que las obras del área portuaria parecen están afectando a la frecuencia de los autobuses por el momento.
Al llegar, experimentamos uno de los procesos de check-in más rápidos realizados hasta la fecha. En menos de 15 minutos desde que entrábamos en el edificio ya estábamos en nuestra cabina interior situada en la cubierta 5, ya preparada y con las tarjetas de acceso en la puerta.
Al entrar teníamos además del diario de a bordo y la bienvenida en español de la International Host, una carta del capitán.
En ella se nos comunicaba que había tomado la decisión de cambiar el itinerario previsto en 2 puertos en Groenlandia. Así, debido a la acumulación de hielo en ambos puertos (que impedían llegar con seguridad) se cancelaba, y en lugar de cambiarlos por días de navegación (hubiera sido lo más fácil), se incluyeron nuevos puertos y estancia de dos días en los puertos en las 2 ciudades más importantes en Islandia: Akureyri y Reikiavik.
A pesar del cambio de itinerario, las sensaciones no podían ser mejores ya que la naviera apostaba por dar una experiencia viajera alternativa.
En otros 15 minutos deshicimos nuestro equipaje colocado en los armarios y estábamos listos para la primera exploración del barco.
Era como volver a casa; todo igual de limpio, incluso parecía que había zonas mejoradas, y por supuesto nos recibían las sonrisas, detalles y el gran servicio de la tripulación.
Nuestra rutina en “casa” nos llevó primero a comer algo en el NY Pizza (la pizza Wall Street y las ensaladas Caesar son insuperables) junto a la piscina y con unas maravillosas vistas del mar y de la ciudad de Copenhague.
La salida estaba prevista para la tarde, algo que hicimos tras abandonar el puerto el MSC Poesia y justo antes del Costa Diadema.
Tras disfrutar la fiesta de inicio del viaje en la popa seguimos explorando lentamente el barco. Todo parecía más nuevo ( parece que su paso por el dique seco en 2023 le ha sentado realmente bien).
Uno de los cambios que más nos llamó la atención por varios motivos fue la incorporación de una gran biblioteca en la cubierta 2. Fue maravilloso ver que la naviera escuchó la petición de muchos cruceristas que indican que la echaban de menos a bordo del Statendam. Nada como tener en cuenta al viajero.
El día terminaba con una deliciosa cena en el buffet del Lido mientras veíamos el eterno atardecer rumbo a las costas de Noruega.
NAVEGACIÓN
12° C
Rodeando la costa sur de Noruega entre scones y fútbol
No hay nada más que nos guste que la relajante sensación de un día de navegación. El día transcurrió bordeando la costa sur noruega rumbo a la ciudad de Alesund.
Una jornada que dedicamos a dormir, recuperar energía de un año que está siendo intenso, y disfrutar del partido de fútbol de la selección española contra Georgia en la Eurocopa.
Como todos los eventos deportivos importantes, este se pudo ver en la pantalla gigante ubicada en la piscina central cubierta. Fue allí donde descubrí que eran muchos los españoles a bordo, o al menos muchos más de los que nos hemos encontrado en otros barcos de HAL.
A nivel gastronómico el día comenzaba con un relajante desayuno en el NY Pizza (Bagel con salmón y fruta), continuaba con un almuerzo en el Buffet Lido degustando comida deliciosa comida asiática, y la cena en en el mismo lugar pero probando los platos recomendados que cada día iban cambiando.
En este viaje estábamos confirmando que nos encanta comer en el buffet, no solo porque la comida es tan excepcional como la del restaurante sino que hacerlo con las vistas desde la cubierta 9 no tienen rival a bordo.
El día tuvo como puntos interesantes disfrutar de la Hora del Té Holandés ( me arriesgaría a decir que los scones son más ricos que los de Cunard Line), y la bienvenida del capitán en el teatro principal denominado World Stage.
ALESUND (NORUEGA)
14° C
Paseando por el parque del Rey Rollon
A las 8:00h el Nieuw Statendam amarraba en el muelle de Alesund. Nuevamente regresábamos a este puerto noruego este 2024 (No te pierdas nuestra experiencia en el MS Havila Polaris viendo las Auroras Boreales).
Esta vez sin nieve, pero con algún chubasco decidimos explorar el parque situado bajo el famoso mirador de la ciudad con su escalera de 418 peldaños en Byrampen.
Desde la estatua del rey Rollon de Noruega el paseo nos llevaría por la Vía Ferrata hasta la parte Oeste de la ciudad rodeando el majestuoso pico cubierto de frondosa vegetación (serían los últimos bosques que veríamos en nuestro viaje).
En un punto de este bonito paseo natural volvimos hacia el centro de Alesund, donde se ubica el terminal de Ferrys y el puerto antiguo.
Volvimos a visitar el centro comercial de la ciudad y cruzamos el famoso puente hasta la parte más antigua de Alesund llena de edificios con estilo Art-nouveau (estética incluida tras la reconstrucción de la ciudad tras un gran incendio).
En esta área, visitar una antigua tienda de material náutico y marítimo fue el objetivo. Tras pasar un rato viendo todo tipo de objetos usados por los marinos noruegos, especialmente su ropa técnica, regresamos al Statendam.
A bordo, tras disfrutar una gran hamburguesa en el Dive-In, era tiempo para descansar en la cabina. Ahora puedo confirmar que no hay mejores siestas que las tenidas en un camarote interior.
Disfrutar la salida del barco mientras veíamos un poco de fútbol en la pantalla de la piscina, cena en el Lido, y pasar por el segundo pase de un entretenido espectáculo en el teatro pusieron fin a nuestro día.
NAVEGACIÓN
11° C
Encuentros inesperados en nuestra navegación hacia un nuevo puerto
Cada día íbamos notando como bajaba la temperatura ( no dentro del barco que siempre tenía una temperatura muy agradable) al despertar.
En este día de navegación fueron 11 grados los que teníamos; algo que nos adelantaba lo que encontraríamos en nuestras próximas escalas.
El día a bordo comenzaba con la maravillosa rutina de ir a desayunar al NY Pizza. Luego dedicamos la mañana a asistir a la charla dedicada a conocer detalles interesantes sobre nuestra próxima escala en las Islas Feroe (no prevista originalmente, e incluida tras la cancelación de puertos en Groenlandia).
Este día tuve un interesante encuentro. Justo al ir a comer, la cara de uno de los responsables del Lido me resultaba muy familiar. Al acercarme él también me reconoció. No podía creer que mi amigo Carlos estaba a cargo del restaurante. Lo más interesante es que no nos habíamos visto desde que nos conocimos a bordo de Jewel of the Seas de Royal Caribbean.
Esos encuentros maravillosos que pasan en los cruceros.
Tras la comida en el Lido y la correspondiente (y revitalizante) siesta nos dedicamos a pasear por el barco. Paseando por la cubierta de paseo, tomando un café en el mejor salón en todos los barcos de la flota de HAL, Exploration Café, y sobre todo contemplando el mar desde los diferentes rincones del barco.
Sin casi darnos cuenta, ese día acabamos en el teatro World Stage donde disfrutamos un gran trío de música clásica. Cena en el NY Pizza y un poco de la mejor música en directo en el teatro de BB King ‘s Blue Club y en el escenario del Rolling Stone Rock Room fueron el final para un gran día de navegación.
RUNAVIK (ISLAS FEROE)
11° C
Entre ovejas en la isla sin árboles
A las 8:00h de la mañana llegábamos al pequeño puerto de Runavik, en las islas Feroe pertenecientes a Dinamarca. Un clima que alternaba el sol, nubes y algún chaparrón nos acompañaría toda la jornada en la que era nuestra primera vez en esta escala.
Tras un relajado desayuno desembarcamos en el muelle donde pudimos coger un mapa turístico de la población y algunas rutas a pie más que interesantes.
Siendo una escala no prevista nos dispusimos a explorar al viejo estilo. Mapa en mano, sin Google map ya que no teníamos roaming, nos propusimos llegar fuera de la ciudad hasta un popular y pintoresco lago situado en dirección Este del muelle.
Tras recorrer la calle principal de Runavik (donde se sitúan todos los servicios, desde el ayuntamiento a la iglesia), cruzamos el colegio público y comenzamos a seguir el sendero que nos llevaría al lago Toftavatn.
Situado en un valle con suaves laderas tapizadas de un denso musgo, sin ningún árbol a muchos kilómetros a la redonda, el lago presenta un espectacular paisaje donde el cielo se refleja en sus tranquilas aguas.
Las apreciadas ovejas por su lana de una cualidad única jugaban a nuestro alrededor estupefactas de ver a tanta gente en un lugar tan remoto ( no fuimos los únicos a bordo que tuvimos la idea de visitarlo).
El paisaje se rompió con una estatua central en homenaje a aquellos que cuidaban estos rebaños con sus fieles perros.
Siguiendo el cómodo sendero pudimos rodear parcialmente el lago para buscar el camino de regreso tras admirar las vistas desde la meseta donde nos encontrábamos.
Nuevamente en la calle central de la ciudad solo nos llevó 10 minutos volver al muelle y embarcar para tomar nuestro almuerzo.
Como evento curioso, esta tarde se fue la electricidad en parte del barco. Un corte que nos dejó a oscuras en el camarote interior durante algunos minutos, pero que no impidió que partiéramos a la hora programada de 17:30h. Esta ha sido la primera vez en experimentar un corte eléctrico a bordo de un crucero.
Tras disfrutar la salida realizamos nuestra rutina diaria: cena en Lido, disfrutar el espectáculo de música y baile en el Central Stage, y un poco de blues and soul en BB King´s antes de irnos a dormir.
NAVEGACIÓN
11° C
Celebrando un 4 de julio muy movidito
Tras pasar una noche con bastante movimiento que dificultó poder descansar nos levantamos retrasando los relojes 1 hora más (y ya son 2 respecto de la hora en Madrid).
Al levantarnos tarde no pudimos asistir a las interesantes charlas sobre los próximos destinos ofrecidas por la Cruise Director Claire, así que trás desayunar regresamos a la cabina para verlos en la televisión.
Como el barco seguía moviéndose decidimos permanecer en la cabina viendo películas o escribiendo en nuestros diarios de viaje.
Hoy en el buffet se celebraba el Día de la Independencia de Estados Unidos y con tal motivo realizaron una presentación especial.
Tras la comida el capitán anunciaba que llegaríamos a nuestro próximo puerto, Djupivogur, esta misma tarde y que pasaremos la noche allí para evitar el oleaje y movimiento del barco.
Antes de la cena fondeamos en la entrada del fiordo de Berufjordur desde donde podíamos divisar el muelle donde mañana llegaríamos gracias a los tenders.
Una agradable cena en el Lido contemplando los acantilados del fiordo, sus verdes y nevadas montañas, y un paseo por la cubierta 3 pusieron punto final a un relajante día a bordo.
DJUPIVOGUR (ISLANDIA)
9° C
Paseando entre huevos y pirámides
Sobre las 9:30 subíamos a los tenders que nos llevaban a la pequeña población pesquera de Djupivogur de aproximadamente 500 habitantes.
Desde el muelle dimos un agradable paseo en dirección Este para llegar a una pequeña bahía donde curiosamente frente a unos almacenes usados por los pescadores se sitúa una colección de monumentales huevos realizados en piedra dedicados a cada una de las especies de aves que viven en la zona.
Fue aquí donde decidimos explorar saliendonos del camino y el propio paseo marítimo, y por donde muchos otros pasajeros continuaban para llegar a diminuto faro naranja.
Salir de la ruta nos permitió disfrutar de unas espectaculares vistas de los paisajes del fiordo de Berufjordur y las montañas alrededor. En especial captó de forma especial nuestra atención una montaña en forma de pirámide perfecta erosionada por los vientos y condiciones climáticas de la zona.
Tras regresar al barco, fue tiempo para almorzar, y descansar en la cabina viendo los partidos de fútbol. A la hora prevista (17:30h) el Statendam partía hacía nuestro siguiente destino, realizando una lenta navegación hasta el final del fiordo para disfrute de los cruceristas.
Lentamente íbamos recorriendo la costa norte islandesa con sus picos nevados en el horizonte visibles desde todas las cubiertas. Nuestro próximo puerto sería el de Akureyri, donde pasaremos la noche en puerto.
Para cenar decidimos reservar en Nami, posiblemente el mejor restaurante de Sushi en un crucero al día de hoy. Es difícil encontrar un sushi de esta extrema calidad a este precio. Además, esa noche fuimos atendidos de maravilla por su Maître d’ Carlos y por los Sushi chefs Mel y Lester. Una gran experiencia culinaria.
NAVEGACIÓN – AKUREYRI (ISLANDIA)
4° C
Llegando a la segunda gran ciudad de Islandia
Hasta las 17h no teníamos previsto llegar a la segunda ciudad más importante de Islandia, Akureyri.
La mañana la pasamos navegando la costa Noreste de Islandia y comprobando como las temperaturas bajaban. Ya comenzábamos a necesitar todas las capas de ropa que podíamos para nuestros paseos por la cubierta de paseo.
Con una hora de retraso (tuvimos que esperar que abandonara el muelle el Sky Princess) llegamos finalmente a las 19h.
Aunque nublado, había buena luz para bajar y realizar una primera exploración por el centro de la ciudad.
Algo que hicimos tan pronto el barco fue abierto por las autoridades portuarias.
El paseo nos llevó , tras recorrer el largo muelle, cruzar la plaza central Radhus Torg, y continuar por la calle comercial, hasta la subida a la gran iglesia de Akureyri.
Aunque no pudimos subir por la popular escalinata por estar siendo renovadas, si conseguimos llegar por la carretera lateral.
Unas grandes vistas desde la entrada de la iglesia del fiordo y el Nieuw Statendam fueron la maravillosa recompensa. Además, ubicamos donde estaba el Jardín Botánico que visitaríamos al día siguiente.
Ya de regreso a bordo, una cena en el Lido, y un relajante te desde la popa pusieron fin a nuestro día.
AKUREYRI (ISLANDIA)
11° C
Flores árticas, chocolates y ballenas
Hoy el sol hizo acto de presencia y nos acompañó casi todo el día. Tras desayunar decidimos volver a la ciudad para explorar la zona del Jardín y el paseo junto al fiordo.
Esta vez visitar el precioso parque botánico, situado al Oeste de la Iglesia, llenó la mayor parte de nuestra mañana.
Coloridas flores árticas en un cuidado diseño fueron un buen regalo para disfrutar en una tranquila mañana de domingo.
Desde el botánico, situado en la parte alta de Akureyri, decidimos bajar hasta el borde del fiordo para seguir el paseo que discurre junto a él y que regresa hasta el Centro de Arte y Conferencias ubicado en el mismo muelle.
Para alargar nuestro paseo, desde Este punto decidimos explorar las zonas menos turísticas y ver como es la vida en los barrios residenciales.
Andando hacia el Este de la ciudad anduvimos hasta un gran centro comercial (creo es el único) denominado Glerartorg Shopping Center. Allí pudimos ver la variedad de productos locales y las costumbres de los habitantes de la ciudad en un supermercado llamado Netto. Nosotros compramos chocolates y snacks; que por cierto estaban riquísimos.
De regreso hacia el barco hicimos una breve parada en el Centro de Arte donde se ubica el punto de información turística más grande de la ciudad.
A bordo, comida en el NY Pizza y relax hasta la salida prevista a las 17:30h. Tristemente la partida tuvo un ligero retraso por una evacuación médica.
En la larga navegación por el fiordo de Eyjafjordur pudimos disfrutar contemplando a grupos de ballenas que nadaban junto al Statendam bajo un cielo azul y soleado.
ISAFJORDUR (ISLANDIA)
13° C
Donde se sentó el Troll gigante
A las 8 de la mañana llegábamos al puerto de Isafjordur donde ya estaba amarrado el Viking Saturn.
Tras un delicioso desayuno en el Lido nos dispusimos a bajar y recorrer la pequeña ciudad ubicada en una península al final del fiordo que le da nombre.
Un agradable paseo cruzando la zona industrial del puerto, la calle principal donde se ubica el único centro comercial junto al edificio de correos y la policía, llegamos a la gran iglesia de Ísafjarðarkirkja con su curioso cementerio alrededor.
Siguiendo la calle en dirección Noroeste, subimos a uno de los miradores situados en las laderas de las montañas que protegen la ciudad.
Desde allí pudimos tener una grandes vistas de toda la ciudad, el fiordo y la espectacular silla del Troll. Una gran depresión en mitad de las montañas que según cuenta la leyenda se creó cuando un troll gigante se sentó para descansar.
En el camino de regreso visitamos el supermercado Netto y el museo marítimo cerca del muelle (un almacén histórico que alberga artilugios de la vida de los pescadores locales, incluídos los balleneros).
El día continúo a bordo almorzando en el Lido, y relax hasta el momento de la salida prevista las 17h.
Hoy decidimos ir al comedor principal para la cena. Tras ver el menú comprobamos que estaban unos de nuestros platos favoritos en HAL, costillas de cerdo con salsa de expresso. ¡Resultaron deliciosas!.
Un poco de música en directo en el BB King´s y el Rolling Stone dieron el broche a este gran día.
REIKIAVIK
14° C
Primer día en la capital islandesa
Desde las 7:30h ya era posible desembarcar del Statendam en el muelle 312 de Reikiavik.Tras desayunar nos dispusimos a explorar la ciudad. Para ello bailamos hasta el parking donde el autobús gratuito nos llevaba hasta el HARPA, el gran teatro de la Ópera de la capital islandesa.
Desde este punto ubicado junto al mar nuestro paseo nos llevó en primer lugar al monumento más famoso y visible de la ciudad, la catedral de Hallgrimskirkja con su diseño modernista y singular fachada minimalista.
Tras pasar un tiempo en su interior y disfrutar del bonito jardín del exterior nuestros pasos se encaminaron hacia el la parte más oriental de la ciudad. Bajando la ladera posterior a la catedral llegamos hasta el mayor parque público de la ciudad, Klambratún, dentro del cual podemos encontrar el edificio del Museo de Arte de Reikiavik.
Continuando nuestra exploración hacia el Este llegamos al mayor centro comercial del área, Kringlan. Refugiandonos de la intensa lluvia pasamos un buen tiempo visitando sus tiendas.
Continuando nuestra ruta era momento de comenzar a volver al puerto. Para ello elegimos dirigirnos hacia el Norte para, tras pasar frente el Zoo y visitar el jardín botánico, llegar nuevamente al muelle donde nos esperaba el Nieuw Statendam.
Ya a bordo, la tarde transcurrió preparando la maleta, recuperándonos de la caminata de más de 15 km. realizada y viendo en la pantalla de la piscina cubierta un nuevo partido de la Eurocopa.
REIKIAVIK (ISLANDIA)
13° C
Disfrutando la excursión más popular de Islandia: The Golden Circle
El nuevo día en Reikiavik comenzaba con el desembarco previsto para las 9:30h. Tras un desayuno en el Lido regresamos al camarote hasta el momento de dejar el que había sido nuestra casa fuera de casa, Nieuw Statendam.
En el muelle 312 era donde estaba el punto de encuentro con el autobús que nos llevaría a realizar una excursión para ver los lugares más populares alrededor de la ciudad.
Tras esperar en el parking y unos momentos de desconcierto llegaron 2 autobuses de la compañía Bus Travel Iceland (desgraciadamente no tienen la opción en español, pero en inglés era fácil de seguir)
Una vez dejado nuestro equipaje en el maletero y ya a bordo nuestro guía Mat comenzó a describir una ruta donde la llovizna, frío y viento nos acompañaron en algunas de las paradas.
La primera de ellas fue en el espectacular cráter y lago de Kerid, donde estuvimos 35 minutos para poder darle la vuelta completa a pie.
La siguiente visita fueron los géiser de Strokkur. Allí pudimos además de ver uno de ellos en acción comer una hamburguesa en el centro de visitantes.
La tercera parada del tour fue a las sobrecogedoras cataratas de Gullfoss. Bajo la lluvia pudimos ver la imponente caída de agua . Es entendible por su belleza que sea una de las top atracciones turísticas de toda Islandia.
La excursión de más de 7 horas terminaba visitando el lugar del primer Parlamento de Islandia ubicado dentro del parque nacional ubicado al Este de Reikiavik.
Denominado Gestartofa, es además el lugar donde las placas tectónicas de Europa y América colisionan creando un paisaje geológico único. Es curioso poder andar en la falla que las separa.
Terminada la visita, era el momento de regresar. Primeramente al puerto para dejar al resto de pasajeros (casi todos cruceristas del Rotterdam que había llegado esa mañana), y seguidamente a la central de autobuses donde tomaríamos nuestro transporte al aeropuerto.
Cuarenta y cinco minutos nos llevó llegar al único terminal del aeropuerto de Keflavik. Junto a un gran número de viajeros con mochilas cruzamos seguridad y esperamos hasta que nuestro vuelo previsto para la 1:05am nos llevara nuevamente a casa.
Ese tiempo de espera nos sirvió para recordar la gran aventura vivida, los espectaculares paisajes vistos, la sensación de volver a casa cada vez que embarcamos en un barco de Holland America Line, y comenzar la cuenta atrás para el próximo crucero en otoño. Esta vez el lejano oriente nos esperaba.
CONCLUSIONES: Nuestra experiencia en el Nieuw Statendam
Experiencia total
Lo que más nos ha gustado del crucero
● Frente a un problema que impidió llegar a varios de los puertos programados originalmente el capitán y la naviera antepuso los intereses del pasajero ofreciendo noches en puerto y nuevas escalas antes que cambiarlos por días de navegación.
● Consistencia en la calidad y variedad de sus diferentes opciones gastronómicas
● Profesionalidad, amabilidad, y cercanía de la tripualción
● Asistencia en español desde el primer día
● El propio tamaño y diseño del barco
● El espectáculo «City at Sea» presentando a todos los miembros de la tripulación
Lo que podría mejorarse
● Mesas para 2 personas muy juntas en el comedor principal
● No poder oir los avisos del capitán en la propia cabina (excepto por la Tv)
● Descontrol de algunos niños por parte de sus padres
Sobre el barco
Viendo el panorama actual de los cruceros disponibles por el viajero, puedo apreciar que embarcar en un viaje a bordo del Nieuw Statendam de Holland America Line es todo un lujo.
Sabiendo que cada viajero define el concepto lujo de muy diversas formas, en nuestra experiencia tener el tamaño correcto de barco con la proporción exacta entre cruceristas y tripulantes, abierto al mar donde es el absoluto protagonista desde todas las cubiertas, con un diseño inspirado en la música, moderno y elegante sin caer en el recargamiento, tener una atenta, amigable y extremadamente profesional tripulación, una gastronomía excepcional en cualquiera de sus múltiples restaurantes, y sobre todo cuidar el propio viaje poniéndose de parte del viajero si surge alguna contrariedad, son sin duda algunos de los detalles que nos hacen considerarlo así.
Y fueron muchos más los que te hacen tener esa sensación, no importa las veces o itinerario viajado, de volver a casa.
En Nieuw Statendam, segundo barco de la clase Pinnacle, con sus 99.500 toneladas y capacidad para 2.666 pasajeros, no sólo no nos ha defraudado sino que lo hemos visto mejorado.
Inaugurado en 2018, parece recién salido de los astilleros (de hecho tuvo una renovación el pasado 2023). Todo en perfecto estado de conservación y con nuevos espacios como la gran biblioteca.
Fácil de recorrer y entender desde las primeras horas a bordo, los grandes espacios se concentran en prácticamente 4 cubiertas. La 2 y 3 donde se localizan el teatro World Stage, Rolling Stone, BB King´s, el casino, las tiendas, Dutch Café, el servicio de pasajeros, y los restaurantes principales.
La 9 donde se ubican Spa, piscina cubierta, Lido Buffet, y piscina de popa, y la 12 donde encontramos el mejor observatorio / oasis construido en un crucero, el Exploration café.
Más retirado del flujo del barco, en la cubierta 10, el restaurante asiático Tamarind junto al Nami Sushi disponen de las mejores vista de popa.
Nuestra cabina en esta ocasión fue una interior garantizada en la cubierta 5 perfectamente equipada y con un buen diseño que la hacía más espaciosa.
Sin duda este barco es una auténtica joya para los que nos gustan los cruceros donde el viaje y el viajero son el centro de la experiencia.
Gastronomía a bordo del Nieuw Statendam
La calidad y variedad en la oferta gastronómica fue uno de los atractivos que me engancharon a viajar con Holland America Line desde el primer crucero que hice con ellos hace muchos años.
En este último viaje he podido comprobar nuevamente que siguen manteniendo esos estándares de calidad y variedad que desgraciadamente se han perdido en otras navieras del mismo nivel Premium.
La comida presentada diariamente en el Lido Buffet era tan apetecible que competía con la de la carta del propio restaurante principal. Eso nos hizo optar por comer la mayoría de las veces en este espacio que cuenta con mejores vistas, un atento servicio y donde era fácil encontrar una mesa en pocos minutos.
Además, junto a la piscina se localizan 2 restaurantes que a pesar de su calidad, pasan un poco desapercibidos.
Me refiero al Dive-In con, a mi juicio, las mejores hamburguesas y hotdogs a bordo de un crucero hoy por hoy, y el NY Pizza, donde es posible desayunar o comer y dónde se van alternando el menú desde un delicioso bagel con salmón hasta preparar tu propia pizza al gusto, pasando por ensaladas frescas.
Ambos sin coste extra para ninguno de los platos de sus menús, y con la comodidad de hacer el pedido del Dive-In desde el App de la naviera.
Sin embargo, a pesar de esta ya de por sí alta calidad, es posible deleitarse con varios restaurantes de especialidad con un coste extra.
Estos son el Tamarind y Nami Sushi (excepcional por su calidad/cantidad y precio). Una cena con sushi recién preparado por los chef Mel y Lester, con las recomendaciones del Maître d’ Carlos, fueron una gran celebración durante este itinerario. Os recomiendo comer en la propia barra para observar el magistral trabajo de los cocineros y disfrutar de las mejores vistas del barco.
Otro restaurante especializado en pescados y mariscos es el Sel de Mer de Rudi en honor al chef principal de la naviera y al consultor culinario Rudi Sodamin. El menú a la carta del pequeño e íntimo restaurante incluye clásicos como Fruit de Mer para dos o bouillabaisse.
Si te gusta la comida italiana, durante las cenas tienes opción de probar un menú a la carta en el Canaletto, ubicado en uno de los laterales del Lido.
Por último tendríamos el Pinnacle Grill. El popular y renombrado restaurante, presente en todos los barcos de Holland America Line, famoso por sus cortes de carne y carta de estilo francés.
Vida a bordo
En nuestro itinerario el barco iba completo y pudimos ver una gran variedad de cruceristas, tanto en edades como en nacionalidades.
La media de edad estaría entre los 35 a 50 años, con una gran cantidad de familias y niños. Por suerte el barco dispone de clubs infantiles en la cubierta 10 adaptados a las diferentes edades.
El ambiente a bordo fue relajado en todo tiempo, no tuvimos que luchar por mesas o tumbonas, y solo tuvimos que esperar en una cola (2 minutos) el día que decidimos asistir al “Dutch Tea Time” durante uno de los días de navegación.
La tripulación en todos los departamentos y servicios que usamos siempre fue amable y resolutiva, resolviendo cualquier necesidad que se nos presentaba.
A nivel de entretenimiento, sin duda es un barco para quien gusta la buena música en directo, y sólo una fiesta tuvo lugar durante todo el viaje, la “Orange Party”. El resto del tiempo podías encontrar muchas actividades de manualidades, clases de taichi, trivials, clases de baile en tu programa diario, pero nosotros optamos por tener un crucero de relax total.
Conclusión final
Tras este itinerario en el Nieuw Statendam seguimos comprobando que mantiene los niveles de calidad que en su día nos gustaron tanto y por los que volvemos a los barcos de Holland America Line.
Siguen, hoy por hoy, ofreciendo desde que subes a bordo esa sensación de que la mayoría de lo incluido en tu reserva es de una gran calidad superando muchas veces las expectativas.
El idioma a bordo es el inglés, sin embargo si haces la reserva indicando que tu idioma es el español tendrás toda la asistencia en nuestro idioma.
Desde que entras en tu cabina tendrás una bienvenida, diario de a bordo, y una persona de contacto en el servicio de pasajeros para resolver cualquier problema en español.
Han sido 11 días fantásticos explorando el Atlántico Norte a bordo de un barco que no nos ha defraudado y que sigue manteniendo ese equilibrio entre modernidad, mundo náutico clásico y espíritu viajero que tanto nos gusta. Sin duda volveremos a uno de los barcos de Holland America Line.
VALORACIÓN
Nieuw Statendam
Han sido 11 días fantásticos explorando el Atlántico Norte a bordo de un barco que no nos ha defraudado y que sigue manteniendo ese equilibrio entre modernidad, mundo náutico clásico y espíritu viajero que tanto nos gusta. Sin duda volveremos a uno de los barcos de Holland America Line.
Hemos hecho ese recorrido hace unos años ,con Pulmantur una naviera ya desaparecida.
Nos encantó no nos importaría volver. Muchas gracias poque con vuestros relatos,hemos vuelto a vivir la experiencia
Nos alegra ver que te ha gustado nuestro relado y te ha recordado tu propio viaje!! Gracias por leernos