Mi experiencia en el primer crucero internacional desde Barcelona tras el cierre por pandemia
Solo han transcurrido 9 meses desde que estuviera en el MSC Grandiosa y ya vuelvo a embarcar en él. Si el pasado mes de septiembre del 2020 lo hacía para comprobar la eficacia del pionero protocolo de MSC Cruceros (en aquel momento era la única naviera que navegaba), en esta ocasión iba a experimentar un momento realmente emocionante.
Esta vez era diferente, no sólo volvía a testear el protocolo que les ha permitido transportar a más de 100.000 pasajeros con seguridad, sino que iba a vivir un momento histórico en la industria de los cruceros en España.
El pasado 26 de junio MSC Grandiosa se convertía en el primer barco que volvía a operar en un itinerario internacional desde el puerto de Barcelona tras 14 meses sin ellos en puertos españoles por culpa de esta cruel pandemia.
Embarcando en el puerto de Barcelona a bordo del MSC Grandiosa
Desde que cruzaba el puente que comunica con el muelle de cruceros en Barcelona no podía dejar de mirar la esbelta silueta del Grandiosa amarrado en el terminal A.
Autobuses con cruceristas tras haber explorado Barcelona en excursiones burbuja regresaban al mismo tiempo que los nuevos pasajeros nos acercabamos para comenzar con el proceso de embarque.
Se notaba un ambiente de felicidad contenida que se podía sentir en el aire. No solo en los cruceristas que llegábamos sino en todo el personal desplegado para tan especial ocasión.
Una vez llegados nos acompañaron por grupos en el proceso de check in que nos permitiría embarcar. Tras entregar los documentos de viaje (debemos dar impresa y firmada la declaración de salud que os envían por email junto a toda la documentación) nos asignaron un número de entrada para hacer el test de antígenos parte del protocolo de MSC.
Sentados en áreas señaladas con los diferentes números iban llamando para pasar a la zona de test. Una vez llamaron al mio fuimos acompañados (el grupo que viajabamos juntos) a una carpa donde entregamos la declaración de salud y el test de antígenos negativo que debemos tener antes de llegar al puerto.
Tras esto pasamos a realizar el test de antígenos con prueba nasal. Un proceso rápido, pero que en el que como en todos mis test anteriores siempre me hace llorar, quiero pensar de la emoción, y donde nos vuelven a entregar un número.
Una vez realizado el test obligatorio pasamos a la zona de facturación o check in. Allí es donde comprueban nuestra reserva, nos hacen las fotos (si no lo hicimos online), indicamos la tarjeta de crédito y nos entregan el Seapass (tarjeta que nos servirá para pagar, abrir puertas e identificarnos a bordo).
Además nos entregan una pulsera que debemos llevar en todo momento durante nuestro crucero. Esta pulsera seguirá nuestros movimientos y con ello si entramos en contacto con personas que hayan estado infectadas.
Ya en nuestra mano y muñeca el Seapass y la pulsera sólo quedaba el momento de la verdad, conocer el resultado del test de antígenos. Unos minutos después de terminar el checking indican que mi número de test estaba autorizado para embarcar. Ahora sí, ya podía subir a bordo y disfrutar del crucero.
Toda la experiencia a bordo pero con un protocolo desde el primer momento a bordo
La primera sensación que notaremos al entrar es que somos menos pasajeros a bordo. El protocolo se fundamenta en una reducción de la ocupación total de pasajreos estando siempre por debajo del 70%.
Según me pude informar, el MSC Grandiosa llevaba un pasaje de 2500 pasajeros aproximadamente. 2000 que ya habían embarcado en Italia y 500 nuevos que lo hicimos en Barcelona
Aunque la experiencia que tendremos a bordo será la misma que teníamos antes de la pandemia, para garantizar la seguridad, MSC Cruceros viene aplicando un estricto protocolo que todos los pasajeros debemos seguir durante nuestro tiempo de vacaciones.
La toma de temperatura diaria (te la pedirán para poder acceder al buffet o restaurantes), la reducción del aforo en todos los espacios del MSC Grandiosa (restaurantes, teatros, piscinas, gimnasio, bares …), uso de mascarillas en espacios interiores (puedes quitártela al comer, beber, en la piscina y tumbona, y en las cubiertas cuando no haya otros pasajeros), sustitución del autoservicio del buffet por servicio de camareros, distancia social marcada en todas los accesos o servicios con cola, los menús de los restaurantes deben leerse desde tu teléfono móvil con un código QR… y así una serie de detalles al que te acostumbras con facilidad a las pocas horas de estar en el barco.
Como buen crucerista lo primero que hice al llegar fue localizar mi cabina. Una vez dentro puede ver el pack de bienvenida. Este estaba compuesto por un sobre con mascarillas necesarias para los días de tu crucero, información de seguridad y del protocolo que debes seguir, tu “Daily program” de actividades y horarios a bordo, así como información de los tours disponibles.
Aunque se recomienda usar la app MSC for me o la tv para estar informados de todo lo que sucede en el barco y hacer reservas tendrás una copia en papel del programa en tu cabina.
Explorando el barco y simulacro obligatorio
Como no podía ser de otra manera, mis primeros pasos explorando el barco me llevaron al corazón del MSC Grandiosa. Este no es otro que la espectacular Galleria con su techo proyectando todo tipo de imágenes y motivos.
Tras el emotivo momento de ver la salida del barco de Barcelona pude comprobar que todos los espacios no difieren de como era un crucero antes de la pandemia. Bares abiertos, casino funcionando, tiendas con clientes, restaurantes llenos… .
Sólo el uso de las mascarillas, la separación de mesas y la distancia social me recordaba que todavía no hemos vencido a la pandemia del todo. Sin embargo me sentía afortunado de disfrutar de todo lo que nos ofrece una experiencia de crucero en tiempos de Covid.
Una de mis grandes sorpresas positivas de este viaje ha sido sin duda la forma en que tuve que realizar el simulacro obligatorio. En este punto me gustaría recordar que participar en este simulacro no es opcional y según las leyes internacionales podríamos ser invitados a abandonar el barco si nos negamos.
MSC Cruceros ha diseñado un simulacro muy eficaz y de los más interesantes que he realizado hasta el momento. Dividido en 2 partes, a una hora determinada, que nos comunican con antelación, debemos estar en nuestra cabina para sintonizar un canal de tv en nuestro idioma.
A esa hora veremos un vídeo con los procedimientos de seguridad y evacuación. Una vez terminado deberemos marcar un número de teléfono usando el que tenemos en la cabina y con ello indicaremos que lo hemos visto.
La segunda parte del simulacro es acudir al punto de reunión en caso de evacuación y que es único para cada cabina. Sabremos cual es el nuestro mirando en nuestro Seapass o en el cartel pegado tras la puerta principal del camarote.
Tan solo debemos acudir al lugar indicado donde nos escanearán nuestra tarjeta Seapass. Así habremos cumplido nuestra obligación sin haber estado en grupos o acumulación de pasajeros como sucedía antes de la pandemia.
Visitando las escalas en excursiones burbuja
El otro gran atractivo para todo crucerista es el poder visitar diferentes escalas y países a lo largo de nuestro itinerario. Sin embargo con la situación actual, si bien podemos realizarlo, para poder garantizar la seguridad tanto de los pasajeros a bordo como de los habitantes de los puertos, debemos realizarlo en excursiones burbuja organizadas por la propia naviera y que garantiza su estricto protocolo.
En mi viaje pude explorar el centro histórico de Génova en una de estas excursiones. El tour de 3 horas realizaba un paseo andando acompañados por un guía local mostrándonos los secretos de la ciudad italiana.
En grupos reducidos recorrimos las calles siempre manteniendo la distancia y alejados de las aglomeraciones ( al ser domingo no hubo ninguna). En el recorrido la guía nos preguntó en varios momentos si necesitábamos ir al baño y al final se incluyó probar una de las delicias locales en uno de sus bares previamente acordado.
Estas excursiones burbuja no permiten que ninguno de los participantes se aleje por su cuenta, se aleje, entre en tiendas o compre comida. En estos casos el viajero se arriesga a que no podrá embarcar nuevamente al regresar al puerto teniendo que abandonar el crucero.
Aunque puede parecer extremo, es la única forma en que las autoridades locales han permitido en estos momentos la llegada de barcos de crucero. Algo que según evolucione favorablemente la batalla contra la pandemia cambiará pudiendo explorar libremente cada escala. Esperemos que sea muy pronto.
Para hacer más accesible estas excursiones a todos los viajeros MSC Cruceros realiza una promoción de 3 excursiones por 100 euros.
Una vez a bordo y tras el tour la vida a bordo continúa como si no existiera el virus. Un chapuzón en la piscina, unas compras en sus muchas tiendas, un cóctel en el Sky lounge viendo atardecer, bailar con música en directo y animadores que no nos dejan parar en la silla, probar suerte en el Casino…
Más que un barco burbuja yo lo definiría como una burbuja de felicidad donde refugiarse y descansar tras estos duros meses de pandemia y malas noticias.
Los cruceros han regresado más seguros, con la misma experiencia a bordo, y más necesarios que nunca. Necesitamos muchas burbujas de felicidad para cambiar la depresión global.
Si quieres embarcar en una de las salidas de MSC Cruceros para este verano puedes encontrarlas todas en el buscador de cruceros de Logitravel. Todavía puedes embarcar en este verano 2021 desde Barcelona, y otros puertos españoles.
¡Felices próximos cruceros, y espero veros a bordo muy pronto!
Jesús García
Editor Jefe
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Navegando en el primer crucero internacional desde Barcelona tras el cierre por pandemia
Publicado: 30 junio 2020
Autor: Jesús García para CruceroAdicto.com
Fuente y Fotos: Jesús García
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