Hemos tenido la oportunidad de visitar y recorrer el mítico Queen Mary 2, de la naviera Cunard Line, en su escala del itinerario de vuelta al mundo 2018 en el puerto de Barcelona.
Debemos comenzar señalando que no se trata de un barco de cruceros sino de un barco transatlántico de la clase oceanliner, ya que está diseñado para realizar el cruce del Atlántico de forma regular.
Es el único que queda en la actualidad prestando servicio regular conectando Europa y América.
Desplaza 150.000 toneladas, mide 345 metros de eslora -longitud máxima que podría tener para poder maniobrar en el puerto de Southampton y para poder navegar por el Río Hudson de Nueva York y llegar hasta su puerto en la ciudad de los rascacielos.
Ambos puertos son las escalas regulares de salida y llegada en sus itinerarios regulares cruzando el Atlántico.
Con 1.292 miembros de tripulación y tiene una capacidad para hasta 2.600 pasajeros.
El ratio pasajero / tripulante es de 1 a 2, siendo este uno de los rasgos que caracteriza a una naviera Premium como Cunard Line. El extremado servicio a bordo es uno de sus referentes a lo largo de su extensa historia.
Cunard Line es una naviera fundada en 1840, cuyo primer barco, el Britannia (hecho de madera y que funcionaba con vapor) tardaba 15 días en realizar la travesía entre Europa (Southampton) y Estados Unidos (Boston).
Fue en el año 1842 cuando los comerciantes de Boston entregaron una copa como agradecimiento a Samuel Cunard (fundador de Cunard) por haber enriquecido la ciudad.
Dicha copa está expuesta a bordo del Queen Mary 2 y es un recuerdo conmemorativo del antiguo Britannia y de la capital de Massachusetts.
Algunos de los atributos que definen y caracterizan a esta naviera son la elegancia, el refinamiento, el detallismo, la gastronomía y la cultura, siempre siguiendo su filosofía del ‘White Star service’ (servicio de guante blanco).
De hecho, durante la travesía se pueden compartir historias y vivencias entre pasajeros, charlas de gente especializada en áreas como el medio ambiente, por ejemplo, de manera que además de navegar a bordo de un barco como el Queen Mary 2, también tenemos la oportunidad de ampliar nuestros conocimientos.
La media de edad a bordo suele ser elevada, por el tipo de viaje y por la naviera, pero sin embargo encontramos actividades variadas y, desde luego, el hecho de disfrutar de 6 días seguidos navegando y admirar la llegada a Nueva York a bordo de un transatlántico, no entiende de edades.
El Queen Mary 2 es, por tanto, el único barco transatlántico real con servicio regular durante 6 meses al año conectando ambos continentes -Europa y América-, cubriendo la ruta Southampton – Nueva York y viceversa.
Visitando el Queen Mary 2 en Barcelona
Comenzamos explorando el Queen Mary 2 adentrándonos en el Atrio, el corazón del barco.
Gracias a la reforma hace más de 1 año, este luce con esplendor las alfombras y moquetas rojas que le dan una mayor elegancia a la escalinata y, cuyos elementos decorativos como la campana que lleva el nombre del barco o la copa conmemorativa comentada anteriormente, enriquecen todavía más esta zona.
Seguimos nuestra ruta hacia el restaurante principal del barco, el Britannia Restaurant (cubiertas 2 y 3), no sin antes dejar de pasar por la cafetería con los chocolates belgas ‘Godiva’ donde poder darnos un dulce capricho.
Ahora si, accedemos al restaurante Britannia y la primera sensación que me invadió fue la de sentirme en un barco clásico de la época dorada, siguiendo la línea del mítico ‘Titanic’.
Su cuidada, elegante y dorada decoración, a juego con las lámparas, las sillas y el gran cuadro que preside la pared frontal del restaurante, hacen que sea un restaurante acogedor y muy sofisticado.
Continuemos nuestra visita hacia la Queen Room (cubierta 3), una gran sala de baile con la pista más grande en alta mar donde la orquesta toca en vivo todas las veladas.
Este lugar se convierte, incluso, en la discoteca de abordo una vez entrada la medianoche y es que, el hecho de viajar en un transatlántico desde Europa hacia el continente americano, tiene 2 grandes ventajas.
- En primer lugar, al estar 6 días seguidos navegando, no hay que hacer excursiones al día siguiente y, por tanto, nos olvidamos de ponernos el despertador para madrugar.
- En segundo lugar, al estar navegando en dirección oeste (en la ruta Southampton – Nueva York), cada día se gana 1 hora de tiempo debido al cambio de hora. Así pues, ¿qué más razones se necesitan para poder alargar la noche a bordo?
Pero la diversión y el entretenimiento no terminan ahí. El Royal Court Theatre (cubiertas 2 y 3), de 2 plantas de altura y decorado en tonalidades rojas, es el teatro del barco, donde cada día ofrecen shows distintos.
Complementariamente, encontramos el ‘Illuminations’, el único planetario en alta mar donde proyectan películas bajo la bóveda que desciende hasta la platea para disfrutar de una mayor inmersión.
Cabe destacar, también, su gran biblioteca, ubicada en la cubierta 8 y que cuenta con una amplia variedad de libros para poder leer mientras disfrutamos de la navegación, en un cómodo, relajado y clásico ambiente..
El spa, el gimnasio y el salón de belleza se encuentran ubicados en la cubierta 7 y 8, respectivamente, y cuentan con una sala de máquinas y otra para clases dirigidas, distintas habitaciones donde poder relajarnos con una bañera hidromasaje tras realizarnos un masaje, así como con una zona de relajación exclusivamente.
Pero el Queen Mary 2 todavía ofrece mucho más, y es que se trata de un barco que tiene una larga lista de curiosidades y anécdotas que me gustaría compartir.
Curiosidades, rarezas y anécdotas del Queen Mary 2
- La chimenea tuvo que ser recortada de altura para permitir su paso por el puente de Verrazano en su entrada/salida de Nueva York.
- Asimismo, como anécdota muy curiosa, los colores de la chimenea (roja y negra), no son exactamente los colores de antaño. Originalmente era roja pero debido al hellín, se iban creando unas franjas negras que deterioraban el color, de manera decidieron pintarla de ambos colores para evitar el problema.
- A diferencia de la gran mayoría de barcos de crucero, este barco no omite la cubierta 13, número que se acostumbra a asociar con la mala suerte.
- El letrero con el nombre de ‘Queen Mary 2’ que encontramos en la cubierta 12, justo al lado de la chimenea, ha sido catalogado como el letrero más luminoso en alta mar.
- Tiene el paseo exterior (promenade) más largo del mundo, el cual rodea todo el barco.
- El buffet se encuentra en medio del barco y no en la cubierta de piscinas como suele ser habitual, ya que la cubierta central se trata de la zona más estable y donde menos se nota el movimiento.
- El Queen Mary 2 es el barco de pasajeros más veloz, alcanzando una velocidad de hasta 30 nudos.
- Los 4 motores que configuran los pulmones del barco, juntos tienen un tamaño y peso equivalente al de un avión Jumbo 747.
- Su quilla redondeada con un bulbo de 15 metros le permite ahorrar hasta un 6% de combustible.
- Si nos fijamos en su proa, veremos que tiene una forma inusual si la comparamos con un barco de cruceros.
Y es que, al tratarse de un barco transatlántico que puede enfrentarse a diversas y duras condiciones meteorológicas, encontramos lo que han llamado «muralla atlántica«.
Una construcción de 3m de altura en forma de flecha para desviar las olas hacia atrás y minimizar el impacto contra el casco y, por ende, el movimiento.
Galería de Fotos
¡Felices cruceros, nos vemos a bordo!