Experiencia a bordo del MSC Seashore viajando en familia
Seguramente muchos de vosotros os encontraréis en la misma situación que nosotros. La pandemia cortó de raíz la forma que más nos gusta para compartir experiencias en familia, el viajar en crucero.
Poco a poco la industria de cruceros se ha ido recuperando e iniciando el regreso a la navegación de barcos. Llegados este momento y tras meses de angustia, nos decidimos a reservar y embarcar. Ahora, ya en casa, podemos dar respuesta a todas las familias que nos preguntáis cómo es la vuelta a los cruceros con la nueva normalidad, y cómo se han adaptado las navieras a las familias.
En este artículo os contaremos todo lo vivido en nuestro crucero por el Mediterraneo a bordo del barco MSC Seashore de la naviera MSC Cruceros, todo lo que hemos sentido, cómo nos hemos encontrado, cómo ha sido nuestra vuelta.
VIAJANDO EN FAMILIA EN EL MSC SEASHORE
Embarcando en Barcelona, comienza la aventura
Tras la larga cuenta atrás llegó el día del embarque. Nuestro puerto sería el de Barcelona, al cual decidimos volar la noche anterior para estar a primera hora en el Terminal, ya que teníamos asignada las 10:30 h. para acceder y realizar el check in
Ya en el taxi que nos llevaba, la majestuosidad y grandiosidad del barco llamaba la atención a cientos de metros. Su perfil elegante, destacaba junto a su parque acuático de toboganes en las últimas cubiertas, los nervios y las ganas por subir de nuevo a un barco cada vez se hacían mayores.
Llegados a la terminal de embarque lo primero que nos hicieron fueron recogernos las maletas, algo como ya ocurrió antes de la era COVID, en ese momento nos dieron una pegatina con un número la cual deberíamos poner para que fuera visible.
Ese número correspondía al orden en el que realizaríamos todo el proceso del embarque ya que se realiza en grupos de unas 30 personas.
Llegado nuestro turno accedimos a la terminal pasando el control de seguridad, y nos pidieron que nos sentáramos mientras nos solicitaban a cada familia, toda la documentación de crucero, pasaporte de vacunación COVID o test negativo en el caso de mi hija de 7 años.
Una vez comprobado todo el papeleo del grupo, nos hicieron pasar a otra parte de la terminal donde después de chequear nuevamente el pasaporte de vacunación y test, pasamos a los box donde se nos realizaría la prueba de antígenos.
He de decir que en nuestro caso nos tocó una enfermera encantadora y muy amable, y que nos hizo la prueba a los test sin apenas enterarnos. Al terminar la realización de la misma pasamos de nuevo a la terminal de embarque donde hicimos el check in de entrada al barco y donde ya nos dieron nuestras tarjetas de acceso al barco.
A continuación todo el grupo tuvo que esperar el resultado, y una vez confirmado que todos éramos negativos nos dieron autorización para embarcar.
Volviendo a embarcar tras 2 años
Llegó ese momento soñado después de dos largos años sin sentir lo que era subir a un crucero, sin escuchar ese tick del escáner del oficial de seguridad y que hace que tu foto salga en el ordenador permitiendo el paso.
Al acceder al MSC Seashore mis ojos nuevamente como platos, los pelos de punta, todo era como antes, una limpieza increíble, una elegancia en la decoración soberbia, y esas escaleras con cristales de Swarovski hicieron de ese momento algo único.
Como siempre en nuestro primer día a bordo lo primero que solemos hacer antes de ir al camarote, ya que nos dijeron que estaría disponible sobre las 13:00 (y aún eran las 11:15), fue explorar el barco y conocer la que sería nuestra casa durante los próximos días.
Empezamos visitando el buffet situado en la cubierta 16, para comer algo y comprobar en qué había cambiado en esta nueva normalidad.
He de decir que en todo momento es obligatoria la mascarilla mientras se pasea por el barco y podemos retirarnos en bares y restaurantes mientras consumimos y en zonas exteriores.
Llegamos al buffet y a la entrada lo primero que hacemos es aplicarnos el gel higienizante y a continuación nos toman la temperatura, a simple vista todo era igual o mejor que antes.
Buscamos una mesa, nos sentamos, nos toman nota de la bebida, la cual decidimos en una carta que escaneamos con un código QR que hay sobre la mesa y a continuación nos levantamos a coger algo de comida.
La única diferencia que noto y sinceramente prefiero a como lo hacían antes, es que toda la comida del buffet está protegida con unas mamparas transparentes y que la comida te la sirven ellos en vez de cogerla tú mismo, algo que veo más higiénico y sin duda cuento con que habrá menos desperdicio de comida.
La variedad y calidad de comida la veo similar a los cruceros realizados con MSC antes del COVID. Para nuestro gusto de una calidad alta, mi hija Jimena he de decir que es de buen comer, pero si tenemos hijos un poco más delicados con la comida no tendréis problema ya que la variedad para ellos es enorme.
Primer contacto con nuestro camarote con balcón
Llegó la hora de descubrir nuestra cabina. En esta ocasión nuestra elección fue un camarote con balcón situado en la cubierta 14.
Como para todo buen crucerista, el momento de llegar abriendo la puerta con tu Seapass y descubrir lo que se esconde dentro es un momento único.
El camarote, siguiendo la última línea de MSC Cruceros y en este MSC Seashore no podía ser diferente, presenta una decoración elegante con una cama de matrimonio, un sofá que se convierte en una cómoda cama para nuestra hija Jimena, un baño completo y amplio para el estándar de un crucero, que incluye ducha con mampara de cristal.
En la zona principal del camarote se dispone de un escritorio y una TV de 42 pulgadas en la que podemos encontrar canales internacionales incluidos algunos en español. Se trata de una tv interactiva donde podemos consultar todo lo que corresponde a nuestra estancia en el crucero, desde reservar un restaurante hasta ver la cuenta de lo que llevamos gastado.
El area de balcón es amplia y está compuesta por dos sillas y una pequeña mesita.
Me sorprendió el gran aislamiento en lo que se refiere a ruido de la habitación, no se escucha prácticamente nada; ni del exterior por oleaje o viento, ni ruidos en pasillos u otras habitaciones.
Por cierto encima del escritorio podéis encontrar un sobre con mascarillas desechables. Tenemos que confesar que en un crucero de MSC es donde mejor dormimos. Hasta levantamos las sábanas para curiosear y buscar marca y modelo de colchón.
Explorando las cubiertas del MSC Seashore
Decidimos visitar las zonas exteriores. La cubierta 8 donde en la parte de popa localizamos una piscina infinita que nos hace sentir partes del mar (sin duda mi piscina favorita del barco).
Si esto era poco viene dispuesta con unas tumbonas en el interior del agua que creo que hacen de esa zona el mejor sitio para disfrutar del mar a bordo del barco.
Esta piscina se divide en dos separadas por una pasarela que nos lleva hasta un mirador justo en la popa del Seashore, y nos deja horizonte abierto para mirar al mar.
En esta misma cubierta tanto a estribor como a babor podemos encontrar dos jacuzzis infinitos de gran tamaño rectangular y que hacen que disfrutemos de la navegación de una forma muy relajada.
Otra de las cubiertas exteriores se encuentra en la planta 17 donde se sitúa la piscina principal del barco.
Acompañada de varias camas balinesas a ambos lados y con su escenario principal donde se realizan fiestas y juegos a diario, destaca una gran pantalla de leds donde se emiten vídeos de la temática diaria o del momento.
Si queremos descargar adrenalina, y cómo vamos con niños sin ninguna duda su zona preferida, es la cubierta 18, ya que en esta zona se encuentra Pirate Park, un parque acuático donde mi hija pasó casi todo el tiempo del crucero.
En ella podemos encontrar muchas actividades para los más pequeños; tales como pistolas de agua, zona de cuerdas para pasar por ellas, pero sin duda la estrella son sus 4 toboganes situados a diferentes alturas.
Para poder disfrutar de ellos antes de nada deberéis pasar por una zona habilitada para que os pongan una pulserita y tengáis acceso.
Los toboganes son diferentes pero para mi hay uno que marcó la diferencia y es el que se encuentra a más altura, ya que para deslizarse por él es necesario una colchoneta simple o doble y una gafas de realidad virtual, solamente os puedo decir que es una pasada. Os recomiendo que lo descubráis por vosotros mismos…..
Otra zona que demandan muchas familias es el Club infantil, en MSC se diferencia por edades, se encuentra en la cubierta 18 y ofrece un espacio impresionante, con teatro propio y salas para que niños de todas las edades disfruten al máximo, a Jimena le encanta ya que allí hace montones de amigos.
En este Club dan la opción de que los niños cenen con ellos y luego sean recogidos por los padres, o bien que disfruten del tiempo que ellos vean convenientes, todo súper bien organizado y con una seguridad increíble.
Justo en la zona de entrada al mini club tenemos la Jungle pool, una piscina cubierta donde los días en el que el clima no acompañe podamos hacer usos de ella.
Con una temperatura agradable, se compone de una piscina principal y dos jacuzzis a ambos lados. Este también fue un espacio en el que pasamos grandes ratos. Por supuesto en todas estas zonas de piscina disponemos de barras donde poder disfrutar de un cóctel, copa, cerveza, e incluso helados.
Cenando a bordo
Seguimos comentando el lado familiar del crucero. Para las cenas, tenemos dos opciones gratuitas, o bien el buffet donde ya he comentado hay una zona adaptada con comida infantil,o bien el restaurante asignado.
Ya que son 3 los que dispone el servicio de cena, hay diferentes turnos, el cual podremos comprobar en nuestra tarjeta de acceso al barco.
Si por algún motivo este turno no os viene bien, no tengáis problema en hablar con el metre, de una forma muy amable y rápida intentará buscar una solución.
Nuestro turno era a las 21:45 en el restaurante Central Park, en este apartado os voy a hablar de dos personas que han hecho que nuestro crucero fuera increíble, Eka y Gabriel, nuestros camareros o mejor dicho nuestros amigos del crucero.
Por norma general podéis encontrar un gran servicio y una gran sonrisa en cada camarero, pero estás dos personas se desvivieron por nosotros en todo momento, y preocupados de que Jimena estuviera contenta y su comida fuera servida de forma rápida.
Les pedimos consejos en cada cena sobre el plato a elegir y nos ayudaron muchísimos. El día de la despedida fue triste ya que habíamos pasado grandes momentos con ellos y prometimos vernos en otro crucero o mejor fuera de él, en sus países de origen. Desde aquí os doy las gracias por todo Eka y Gabriel.
En el tema de menú no tendréis problema para vuestros hijos, ya que existe una carta indicada a las diferentes edades compuesta de varios primeros, segundo y postre.
Incluso si necesitáis calentar comida adaptada para bebés o que os trituren alguna comida no tendréis problema en ello, lo harán de una forma encantada.
Los platos que degustamos durante todas las cenas fueron exquisitos y de un tamaño adecuado, por supuesto si alguien quiere repetir plato que no dude en pedirlo,lo traen sin coste ninguno.
Nuestra indulgencia gastronómica como cruceristas
Dos de estos días decidimos acudir a sus restaurantes temáticos, el Hola Tacos y el Teppanyaki.
Os contaré algo breve sobre ellos, la opción de Hola Tacos es increíble si os gusta la comida mexicana. Dispone de una carta muy muy extensa y una calidad en sus platos impresionante.
Seguro que muchos estáis pensando que será carísimo; pues para nada. Tenéis dos opciones o bien elegir platos a la carta que tienen un precio entre 3 y 8 euros o bien la opción comer todo lo que quieras por 15 euros.
Está segunda opción fue la nuestra ya que somos de bien comer y queríamos probar variedad de platos. Deciros que fue increíble, y los postres también entran en la opción elegida. Cuando volvamos tenemos claro que reservaremos de nuevo.
La otra opción fue Teppanyaki, un restaurante japonés donde te cocinan en directo con un show divertidísimo. Disponen de 3 menús y el comensal decide cuál quiere que le preparen en directo.
Los platos son de una calidad muy buena. Sabores que raramente vas a probar en casa, y que sin duda merece la pena degustar en el barco, y ya no solo por ese sabor sino por el espectáculo que tu cocinero realiza frente a ti de una forma muy personal.
Animación y diversión después de cenar
Al terminar de cenar teníamos varias opciones para tomar algo. O bien quedarnos en uno de sus bares escuchando música en directo o bien acudir a la parte de popa del barco donde se encuentra un disco bar y donde cada noche se montaba una fiesta temática y que nos hicieron pasar grandes momentos, a Jimena le encanta bailar.
Otra de las opciones recomendadas para antes o después de cenar es acudir al teatro a ver la representación diaria. Un teatro digno de la Gran Vía de Madrid, en el cual hay espectáculos maravillosos.
Lo que sí os recomiendo es reservar, ya que los aforos son limitados y podéis llevaros la sorpresa de que esté lleno cuando lleguéis, la reserva podréis hacerla desde cualquiera de las pantallas táctiles que se encuentran repartidas por las cubiertas del MSC Seashore.
Os cuento que nosotros antes de cenar siempre disfrutamos de un vermut en la cubierta 7 justo al lado la chocolatería y la zona de tiendas, en este rinconcito se puede disfrutar de música en directo cada noche.
Para los que aman el deporte tenéis el Sport bar un lugar con decenas de televisiones donde emiten en directo deporte de todo el mundo. Además si sois cerveceros disponen de varios grifos con las marcas más reconocidas.
Curiosamente disponen de un mini campo de fútbol donde Jimena no paraba de dar volteretas mientras mi mujer y yo tomábamos una cerveza.
Cómo os daréis cuenta no hay lugar para el aburrimiento de niños ni mayores en el Seashore.
En este regreso a los cruceros decidimos no bajarnos en ninguna de las escalas ya que conocíamos todos los puertos y disfrutar del barco todos los días.
Abandonando nuestra burbuja de felicidad
El día antes del desembarque8 nos citaron para realizar un nuevo test de antígenos en la zona del teatro, fue muy rápido y sencillo, ya que te asignan una hora para este proceso.
Esa misma noche te dejan en el camarote un certificado con el resultado de la prueba; los niños menores de 12 años no tienen que realizarlo.
El día del desembarque todo fue muy rápido, desayunamos en el buffet antes de bajar, y con mucha tristeza dimos por finalizado nuestro crucero en el MSC Seashore.
Sin duda uno de los mejores barcos donde hemos navegado y donde cada una de las personas que trabajan allí siempre tienen una sonrisa y buscan la manera de ayudarte.
Gracias a todos ellos por esos días maravillosos que hemos pasado, pronto volveremos a encontrarnos.
Fabian Gil & Beatriz Montero
Redactores
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Revisado: 22 diciembre 2021
Autor: Fabian Gil y Beatriz Montero para CruceroAdicto.com
Fuente y Fotos: Fabian Gil
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