Charlamos con Lorena Santana
sobre su experiencia como Hotel Manager en Uniworld
Lorena Santana Ojeda es una canaria que durante un período de su vida, trabajando en el mundo del turismo, principalmente en la hostelería, entre Alemania y diferentes partes de España, decidió, pese a desconocerlo por completo, introducirse en el mundo de los cruceros. Lo hizo concretamente, en Uniworld, una de las navieras de referencia y lujo entre los cruceros fluviales. Una oportunidad que le surgió por causas del destino que no pudo rechazar.
Y lo hizo a uno de los más altos niveles, como Hotel Manager. Nos pusimos en contacto con ella para charlar con ella y que nos contara las peculiaridades de los cruceros fluviales y de su trabajo a bordo. Reconoce que el nivel profesional exigido, al menos en esta experiencia y compañía, es muy alto, pero gratificante.
CHARLANDO CON LORENA SANTANA SOBRE LA NAVIERA UNIWORLD
CruceroAdicto:
¿Habías trabajado anteriormente en algo parecido?
Lorena Santana:
No, nunca había trabajado en un crucero, tampoco había disfrutado de un crucero en vacaciones, así que te puedes imaginar el reto que me supuso aprender todo a la vez que trabajaba. Fue bastante difícil pero lo volvería hacer una y otra vez porque aprendí mucho, no sólo a nivel profesional sino personal. Incluso ahora cuando miro atrás, lo echo mucho de menos, y me gustaría que muchas personas con experiencia en hostelería y que deseen embarcarse en una nueva aventura, tuviesen la misma oportunidad que tuve yo. Todavía a día de hoy, sigo en contacto con muchos compañeros de trabajo que ahora, son amigos. Fue una experiencia única.
CruceroAdicto:
¿Y la oportunidad de trabajar en otros cruceros no fluviales?
Lorena Santana:
No, pero no descarto la posibilidad más adelante, ya que sería una experiencia diferente y siempre estoy abierta a nuevos retos.
CruceroAdicto:
¿Cuánto personal estaba bajo tu supervisión?
Lorena Santana:
Aproximadamente unos 40 tripulantes.
CruceroAdicto:
¿Cómo era el día a día en tu trabajo en un barco de crucero fluvial?
Lorena Santana:
Cuando los clientes embarcaban teníamos que hacer el simulacro y tanto el capitán, el cruise manager como yo, teníamos que explicarles toda la información al respecto.
En el día a día, tenía que levantarme muy temprano, para dar una ronda por todo el barco, ver que todo funcionaba correctamente y que los clientes estaban contentos. Posteriormente, me despedía de ellos si tenían alguna excursión y cuando los clientes estaban fuera solíamos hacer todo lo que no se podía hacer mientras los clientes estaban a bordo, como la recepción de mercancías, limpieza de zonas comunes, reuniones con los jefes de departamento, formaciones, etc. Si no había ninguna de esas actividades, después del turno correspondiente en sus puestos de trabajo, muchos tripulantes aprovechaban para descansar en su cabina o simplemente salir a despejarse un poco y conocer las ciudades.
Cuando los cruceristas volvían, les dábamos la bienvenida a bordo. Si continuábamos navegando, siempre teníamos alguna actividad como, por ejemplo, algunas demostraciones con el jefe de cocina donde se les explicaba cómo hacer una tarta de manzana (en Alemania) o pasteles de nata (en Portugal), clases de vals antes de ir al concierto en Viena, etc. Por la noche siempre teníamos actuaciones en el Lounge. Los pasajeros normalmente, tenían dos excursiones, una por la mañana y otra por la tarde y una vez, durante todo el día de excursión.
En la cena de bienvenida, hay un cóctel en el que habla el capitán, el “Cruise Manager” y yo como Hotel Manager, que me tocaba presentar a los jefes de departamento.
CruceroAdicto:
¿Era este trabajo tal cual pensabas que sería?
Lorena Santana:
La verdad es que es muy difícil saber antes de vivir la experiencia ya que, como siempre digo, no se trata de un trabajo sino de una forma de vida, puesto que se vive con tus compañeros, se trabaja todos los días y demasiadas horas con muchos momentos de estrés. Al final, aprendes tanto de ti misma como de la gente que te rodea; también estás continuamente conociendo varios tipos de personas, diferentes culturas, todo al mismo tiempo.
Hay personal que está acostumbrado a esta forma de vida; muchos se lo toman como un paréntesis en su vida profesional o personal y que quieren vivir esa experiencia por diferentes motivos, puede ser mejorar profesionalmente, ahorrar, mejorar idiomas, etc. Hay parejas a bordo, pero también hay parejas bordo con hijos al cuidado de sus familiares y trabajan en el barco con el único objetivo de ahorrar para una mejor forma de vivir en su país.
CruceroAdicto:
¿Los principales inconvenientes y las mejores satisfacciones?
Lorena Santana:
Como inconveniente lo único que diría es que nunca estás un día entero navegando como puede pasar con cruceros marítimos, aunque tengo que decir que para la tripulación eso es una ventaja, porque mientras los clientes pasen más tiempo a bordo, más se trabaja. En los cruceros fluviales, se suele navegar por el día y la noche, pero la tripulación, al dormir en la parte baja del barco, a veces escucha un poco de ruido del motor y del agua, pero se puede dormir perfectamente.
Y como satisfacción es que no se siente ese agobio de estar sin poder salir del barco durante días, ya que cada día se para en una ciudad diferente y tanto los tripulantes como los clientes pueden salir. Además el barco no se mueve nada, o sea, que nadie marea, eso es una gozada.
CruceroAdicto:
¿Son muy repetitivas las actividades en un crucero fluvial?
Lorena Santana:
No. La verdad es que los clientes tienen un programa muy bueno, ven bastantes ciudades en 7 o 14 días. El itinerario más largo que hice fue Amsterdam – Budapest: precioso, saliendo del Rin, atravesando el canal de Main y finalmente el Danubio, mi favorito y, por cierto, no es azul ¡jajajajaja!.
Hay quienes piensan que viajar en cruceros fluviales es menos “divertido” que en un crucero marítimo… No soy de esa opinión. Simplemente son diferentes. Quizás puede ser el hecho que la media de edad suele ser mayor y que nunca están días enteros navegando, por lo que eso también influye.
Dicen los detractores que también son “demasiado culturales”. Los cruceros fluviales por Europa suelen hacer escala en ciudades antiguas, con mucha historia, por lo que es inevitable hacer paradas culturales. También suele ser muy gastronómico y se puede disfrutar de buenos vinos.
CruceroAdicto:
¿Es cierto que los cruceros fluviales son muy inmersos en los puertos visitados y que sus excursiones son de altísimo nivel?
Lorena Santana:
No siempre. Los clientes a veces viajan en autobús una o dos horas para ver alguna ciudad más alejada, no sólo conocen las ciudades donde atraca el barco. Con respecto al nivel, te puedo decir que en Viena se organiza un concierto privado sólo para los cruceristas y en Venecia la Basílica se abre únicamente para el grupo de Uniworld cada lunes por la tarde durante unos 45 min, así que te puedes imaginar el lujo…
CruceroAdicto:
¿Cuáles son las principales exigencias de un crucerista?
Lorena Santana:
En cruceros fluviales la media de los cruceristas es de 65-85 años, así que todo está adaptado para esas edades.También suelen hacer grupos de excursiones para personas que no pueden andar mucho o que caminan muy lento. Los cruceristas se despiertan muy temprano y por la noche después de la cena, si no se van al bar porque hay algún show, suelen irse a la cabina a dormir temprano para poder descansar para el día siguiente.
Tengo que decir que Uniworld inauguró el año pasado dos cruceros que son para gente más joven, tipo influencer. Se llama U by Uniworld, todo adaptado para jóvenes, muy bonitos.
CruceroAdicto:
Algunos motivos para recomendar un crucero fluvial…
Lorena Santana:
Lo recomendaría para gente entre 60 y 80 años, ya que es una forma muy cómoda de ver muchas ciudades al mismo tiempo sin la necesidad de estar cambiando hoteles, equipajes, etc. Aunque parece que la idea de hacer un crucero con millenials está siendo muy aceptado por los jóvenes, ¿será el futuro?
CruceroAdicto:
A nivel personal, ¿qué es lo que más te ha gustado?
Lorena Santana:
Mi río favorito, el Danubio y, sobre todo, me enamoré de las vistas del Parlamento al llegar a Budapest, pero tengo que decir que un trocito de mi corazón también lo tiene Venecia y Oporto, ya que navegar en esas dos ciudades, ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida.
LA EXPERIENCIA DE UNIWORLD EN VENECIA
Manuel Negrín
Editor Regional
¿Dudas sobre los cruceros fluviales de Uniword?
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Lorena Santana, charlando con Hotel Manager de Uniworld
Revisado: 17 diciembre 2019
Autor: Manuel Negrín para CruceroAdicto.com
Fuente y Fotos: CruceroAdicto.com | Lorena Santana