Día 2 Zeebrugge, Bélgica
26 Sep 2013
Zeebrugge es una pequeña población a pocos kilómetros de una de las ciudades más visitadas y bonitas de Europa, Brujas.
El puerto de esta localidad suele fletar un Shuttle bus que traslada a los pasajeros fuera del puerto, sin embargo Holland America hace lo propio y contrata un autobús que durante todo el tiempo de la escala transporta a los cruceristas hasta Blankenberge, situada a 7 kilómetros del puerto de atraque del Rotterdam.
Este Shuttle bus, que fue el que cogimos, es el idóneo para desplazarse hasta Brujas, ya que, además de no suponer ningún cargo adicional para los pasajeros, el lugar en el que se detiene, el lateral de la iglesia de San Antonio, está a 200 metros de la estación de trenes de Blankenberge.
Viendo lo cerca que estaba la estación no nos detuvimos a conocer esta pequeña población, así que compramos el billete de ida y vuelta hasta “otra Venecia del norte” –Brujas no necesita usar este apelativo, se puede vender por sí mismo-.
Nos sorprendió que el billete fuera tan económico, mucho más barato que el tren del día anterior que nos trasladó desde el aeropuerto de Schiphol hasta Róterdam (más de 20 euros por persona).
Nada más abandonar el tren en Brujas el aluvión de turistas que nos cruzamos en la estación de la ciudad belga nos avisó de que estábamos en uno de los destinos más potentes de todo el crucero.
La estación de trenes está situada junto al acceso de la Brujas antigua, al sur de la misma. Desde allí y caminando iniciamos nuestra excursión descubriendo las callejuelas, canales y edificios pintorescos de esta bella ciudad.
Además de caminar para acceder a los lugares de interés, también es recomendable visitar Brujas desde sus canales embarcado en cualquiera de los botes destinados a los paseos para turistas.
A mí personalmente me sorprendieron la Plaza de Burg -con la Basílica de la Sagrada Sangre y la fachada del ayuntamiento- y la espectacular Plaza Mayor, uno de los epicentros de la actividad turística de Brujas y que exhibe su poderoso campanario de 83 metros de altura.
Sin embargo, cualquier rincón, calle o callejuela, museo, canal o edificio en Brujas sirve como excusa perfecta para disparar la cámara fotográfica.
Después de una primera toma de contacto, ya que la escala de un crucero no permite disfrutar plenamente de la ciudad, nos sentamos a comer algo cerca de la Plaza de Burg, antes de emprender la vuelta a la estación de Brujas.
En el camino de regreso a la estación descubrimos un mercadillo callejero en el que los brujenses vendían a muy buen precio muebles y otros enseres de segunda mano, como vinilos o películas en DVD.
El día había sido magnífico, había estado por primera vez en Brujas, una de esas ciudades que todo viajero quiere visitar y habíamos sabido aprovechar el escaso horario del que un crucerista dispone en los puertos que visita.
Poco más pudimos hacer en esta escala, ya que cuando dejamos el tren en Blankenberge, el autobús fletado por Holland America estaba a punto de comenzar su último viaje hasta el puerto de Zeebrugge.
Jesús Rico
Editor Regional
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Día 2 Zeebrugge, Bélgica – Crucero por los Fiordos, Highlands, e Irlanda
Publicado: 26 Sep 2013
Autor: Jesús Rico para CruceroAdicto.com
Fuente y Fotos: CruceroAdicto
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