Mi experiencia viajando con silla de ruedas en un crucero

Viajando con silla de ruedas : Son muchos los amigos y conocidos que se echan las manos a la cabeza cuando les digo que me voy de crucero con mis padres ya mayores y… ¡¡con mi padre en silla de ruedas!!!. Mis padres son unos enamorados de los cruceros, cosa que yo he heredado, y junto con mi marido decidimos no privarlos de algo que en verdad, nos cuesta tan poco. Viajar en un crucero con un discapacitado o con falta de movilidad es la forma más sencilla de viajar, con diferencia.

Los miedos mas frecuentes de viajar con silla de ruedas

Empecemos por el embarque. Cuando llegas a la terminal, la persona discapacitado y sus acompañantes, tienen prioridad al embarcar, normalmente sin colas y por el lugar de más fácil acceso al barco.

Casi siempre, las cabinas de discapacitado o adaptadas a movilidad reducida son las primeras en estar dispuestas, por lo que en la mayor parte de nuestros cruceros, es entrar al barco y disponer de tu habitación.

Es muy importante comunicar en la compra del crucero que vas a necesitar una cabina adaptada y aportar, si se requiere, la documentación que así lo acredite.

Las cabinas adaptadas, además de ser casi el doble de espaciosas que el resto, disponen de un baño en el que se puede entrar con la silla de ruedas lo que hace la estancia de esas personas mucho más confortable. Las salidas al balcón también disponen de cómodas rampas de
acceso.

En los restaurantes del barco, siempre te facilitan aquella mesa que te sea más cómoda y más accesible. Pero también tengo que decir, que si en alguno de nuestros cruceros no ha sido posible por algún motivo, siempre siempre nos han acompañado a nuestra mesa sin permitirnos ni a mi marido ni a mí llevarlo nosotros.

Otra cuestión son los espectáculos del barco. A mi padre le encantan y jamás se pierde uno. Intentamos acceder al teatro con algo de antelación y siempre encontramos una serie de butacas que están reservadas para personas en sillas de rueda. Normalmente él se queda en su silla y es mi madre quien ocupa la señalada para discapacitados. Mi marido y yo siempre intentamos coger los asientos detrás de ellos por si nos necesitan.

En fin, espero con estas líneas animar a todas aquellas personas que siendo discapacitadas y no se atrevan viajar en crucero a que lo hagan y que comprueben todo lo que aquí les explico.

Piensen que no está basado en una sola naviera ni tampoco en temporadas de poca afluencia. Llevamos más de seis años realizando el crucero de Fin de Año, y les puedo asegurar que los barcos en esas fechas están a rebosar.

●Próximamente dedicaremos otro artículo a las excursiones , otro tema que parece difícil y verdaderamente, no lo es.