La pandemia del coronavirus ha generado un impacto sin precedentes en la industria de cruceros. Las compañías han tenido que parar sus barcos, y muchas de ellas todavía no han podido retomar su actividad.
A día de hoy todavía existen muchas incertidumbres sobre cuándo podrá producirse este regreso a los puertos españoles.
Impacto del coronavirus: evolución de la industria de cruceros
La industria de cruceros a nivel mundial se situaba en cifras con una clara tendencia creciente, y cada vez con una mayor relevancia. Según datos de CLIA, la asociación internacional de líneas de crucero, que engloba a las principales navieras y puertos del sector, en 2020 se preveía un total de 32 millones de pasajeros de cruceros a nivel mundial.
Para satisfacer la demanda en curso, estaba programado el debut de 19 nuevos buques oceánicos durante 2020, lo que supondría un total de 278 barcos operando en 2020.
Los puertos españoles han crecido un 38% en tan sólo 6 años
Esta tendencia se venía reflejando también en los movimientos de cruceristas por los puertos españoles, habiendo pasado de unos 7,7 millones de pasajeros en 2014 a más de 10,6 millones en 2019, lo que ha supuesto un espectacular crecimiento del 38% en tan sólo 6 años.
Una actividad a la que cada día se sumaban más personas como opción vacacional, eligiendo el barco como destino en sí mismo. Según datos de CLIA, en España, el sector factura 4.500 millones de euros anuales y crea más de 33.000 empleos.
España es el cuarto país emisor de cruceristas por detrás de Alemania, Reino Unido e Italia (la cifra de cruceristas españoles fue de 530.000 en 2018), y el segundo mercado receptor por detrás de Italia.
¿Qué repercusión tiene el turismo de cruceros sobre las comunidades locales?
El sector de los cruceros involucra a un gran número de agentes y de empresas y genera un impacto elevado a nivel económico en las ciudades y puertos de escala o embarque. Para que un barco pueda llegar a puerto, se necesita disponer de unos determinados servicios:
El consignatario, que es el agente que representa al buque en cada puerto, para facilitarle todos los trámites con la Autoridad Portuaria y atender a las necesidades del buque y del capitán.
El practicaje, cuyo servicio consiste en asesorar al buque en sus maniobras de entrada y salida de puerto, al ser un gran conocedor de él.
El remolque, en caso de ser necesario, que facilita mediante embarcaciones de gran potencia la maniobrabilidad del buque en su aproximación al muelle.
El amarre, que es el encargado de sujetar las amarras al puerto para que esté seguro durante su estancia y, posteriormente, de desamarrarlo.
Los pasajeros, a su llegada y salida del puerto, suelen utilizar los servicios de una terminal, donde se realizan los controles pertinentes… Así, Policía Nacional y Guardia Civil tienen también competencias sobre el control de los pasajeros y sus pertenencias.
Algunos pasajeros optan por visitar por libre el destino, para lo que acuden a los servicios de información turística y pueden disfrutar de todo el elenco de actividades lúdicas que la ciudad les ofrece: locales de hostelería, comercios, transporte público, excursiones….
Otros, conciertan sus excursiones con la naviera a través de los turoperadores, para disfrutar de distintas propuestas que en cada puerto se ofrecen: excursiones gastronómicas, actividades deportivas, culturales, turísticas, etc que generan a su vez una demanda de guías locales, conductores, …
Un sinfín de actividades que suponen un elevado impacto económico en cada ciudad donde la escala se produce.
El crecimiento del puerto de A Coruña
Siguiendo esta tendencia a la que nos referíamos anteriormente, el puerto de A Coruña también ha experimentado un importante crecimiento en el sector de los Cruceros.
Pasó de mover poco más de 70.000 pasajeros en 2010, con 62 escalas, a convertirse en el líder de la fachada atlántico – cantábrica en número de escalas, llegando a alcanzar las 121 escalas y superar los 184.000 pasajeros en el año 2017, situándose como el 9º puerto español en este sector, por detrás de puertos del Mediterráneo, Baleares e Islas Canarias.
Las perspectivas para este año 2020 se situaban en cifras similares
Sin embargo, la irrupción de la pandemia trastocó todos los planes, y todas las escalas quedaron canceladas desde que se decretó el estado de alarma, contabilizando un total de 4 escalas en todo el año 2020, realizadas antes de esta fecha.
Nuestra temporada alta se sitúa en los meses de abril y mayo, y posteriormente en septiembre y octubre.
Cada puerto está condicionado por su ubicación geográfica y, en nuestro caso, son muchos los circuitos que se realizan durante estos meses, sobre todo cuando las navieras proceden al reposicionamiento de su flota para pasar de zonas más cálidas en los meses de invierno hacia zonas del Norte en los meses de verano u ofrecer otros itinerarios alternativos.
El puerto de tránsito es aquel en el que la naviera realiza una escala, pero no realiza operaciones de embarque y desembarque del buque completo.
En nuestro caso concreto, aunque hemos acogido algunas operaciones parciales de embarque y desembarque en los años 2011 y 2012, con el MSC Opera y el Empress de Pullmantur, el puerto de A Coruña es claramente un puerto de tránsito.
Aquí los cruceros suelen estar en puerto desde primera hora de la mañana hasta las 5 de la tarde, para que los pasajeros puedan disfrutar de su escala en la ciudad, bien por libre o realizar excursiones concertadas con la naviera, o simplemente, disfrutar de las espectaculares vistas que a su llegada tienen desde el barco sobre toda la ciudad y aprovechar la oferta que el crucero les ofrece.
Posteriormente, continúan su itinerario hasta el siguiente puerto, aprovechando, en general, las noches para navegar.
El Puerto de A Coruña como escala de cruceros
En el Puerto de A Coruña operan prácticamente todas las navieras que realizan rutas europeas siendo más de 30 las compañías de cruceros que han utilizado nuestras instalaciones. Cada naviera tiene sus necesidades, ofrece también a sus clientes experiencias y productos diferentes.
Algunas se basan en el movimiento de grandes volúmenes de pasajeros, con barcos de hasta 6.000 personas, donde la oferta a bordo es amplísima en cuanto a piscinas, restaurantes, actividades de ocio, etc.
Otras, mucho más exclusivas, transportan a un reducido número de pasajeros, del entorno de las 100-150 personas, ofreciendo un producto de lujo, y una experiencia única a bordo así como itinerarios en ocasiones más exclusivos o remotos.
El Puerto de A Coruña destaca por disponer de un muelle dedicado al tráfico de cruceros, el Muelle de Trasatlánticos, con una longitud de 484 metros y un calado de 11 metros, donde se ubica la terminal de pasajeros, de 500 metros cuadrados. Este muelle se caracteriza por su proximidad a la ciudad, a escasos minutos de la zona peatonal de la Marina, Calle Real, Plaza de María Pita y muchos de sus atractivos turísticos.
La cercanía es una de las principales características más destacadas y valoradas por los pasajeros. Una ciudad en la que nadie es forastero, y que siempre trata de recibir con los brazos abiertos a los cruceristas que, con su típica indumentaria, bañan nuestras calles
No obstante, dado que es habitual la coincidencia de 2 o más buques de gran tamaño, otros muelles próximos como los de Batería y Calvo Sotelo están habilitados también para recibir a los cruceros.
Se ha llegado a atender en un mismo día a 6 cruceros de forma simultánea, y el día de mayor afluencia llegamos a absorber a más de 12.000 personas, entre pasajeros y tripulantes, a bordo de tres grandes cruceros.
Ello implica que cada operativa se estudie y diseñe de forma rigurosa, para tratar de satisfacer y atender las necesidades de cada buque de la mejor forma posible.
Se diseñan los flujos de circulación, se disponen shuttles entre muelles para facilitar los tránsitos de personas hacia los distintos barcos, e incluso, se han llegado a habilitar instalaciones desmontables como terminales provisionales para evitar tener estos flujos de pasajeros concentrados en las mismas horas punta por la terminal.
A Coruña como destino, un incremento del 126% en pasajeros
A Coruña destaca por su riqueza natural y patrimonial, y entre las posibilidades de visita ofrece la Torre de Hércules, que es el faro más antiguo del mundo en funcionamiento, y su red de cuatro museos científicos, entre otros muchos lugares de interés. También es un valor añadido la cercanía a Santiago de Compostela y su catedral.
La estrategia y el desempeño comercial de la Autoridad Portuaria en este sector, con una apuesta decidida por el tráfico de cruceros, así como la confianza de las navieras en los servicios portuarios al buque y al pasaje que reciben el A Coruña, a lo que se suma un destino turístico atractivo y también el aumento de itinerarios y barcos navegando en el litoral atlántico de Europa, han supuesto una suma exitosa de factores que han contribuido a marcar una clara tendencia ascendente que se ha ido consolidando en los últimos años, con un crecimiento en el número de escalas de un 70%, y el número de pasajeros ha aumentado un 126%.
EL IMPACTO ECONÓMICO DE UNA ESCALA DE CRUCERO
CLIA estima en su último estudio sobre el impacto económico de una escala de cruceros en puertos españoles, que para un puerto de tránsito éste es de 48 euros por pasajero y 22 euros por tripulante.
Los tripulantes son también una parte muy importante en el cómputo global, ya que los que no están de servicio a bordo, aprovechan la escala para abastecerse en los supermercados, atender sus necesidades básicas, además de poder realizar alguna visita, otras compras, o tomarse un café en el destino para descansar de su jornada, mientras aprovechan para conectarse a la red wifi y ponerse al día con sus seres queridos.
Según datos de CLIA, cada mes de suspensión, el quebranto económico para España (incluyendo las pérdidas directas, indirectas e inducidas) equivale a unos 300 millones de euros, más de 2.500 puestos de trabajo y 86 millones de euros en salarios.
En nuestro caso concreto, el impacto económico que los cruceros generan en el puerto de A Coruña se calcula en torno a 15 millones de euros, incluyendo tasas y tarifas portuarias, gasto realizado por pasajeros y tripulantes, así como pagos a turoperadores, transportistas o provisiones.
El impacto del coronavirus sobre la actividad de cruceros en los puertos
Si has leído detenidamente el artículo hasta aquí, no es difícil poder imaginar cómo la actual situación de emergencia sanitaria en la que el mundo está inmerso, con la irrupción de la pandemia del COVID-19 en diciembre de 2019 en China, ha abocado al sector de los cruceros a una situación sin precedentes en la historia.
El sector se ha visto paralizado por las restricciones impuestas desde los distintos gobiernos y la dificultad de controlar las grandes masas de pasajeros que viajan a bordo de cada uno de los barcos, en una industria donde cada vez se ha ido apostando más por volumen, con barcos cada vez más grandes y con mayor número de pasajeros, fomentando economías de escala que hoy suponen un problema muy serio para el sector.
Algunos pequeños barcos han podido retomar la “normalidad” en algunos países o barcos más grandes pero reduciendo mucho su porcentaje de ocupación, realizando escalas sólo en un país, con pasajeros de la misma nacionalidad, o sin ninguna escala propiamente dicha, más bien cruceros panorámicos sin visitar destinos y para disfrutar de la oferta de ocio, animación y restauración del barco.
La Autoridad Portuaria de A Coruña está preparada para aplicar las medidas de prevención, contención y mitigación que han sido propuestas por Puertos del Estado, la Dirección General de la Marina Mercante y el Ministerio de Sanidad.
El protocolo anteriormente indicado contempla sistemas de información al pasaje, la instalación de señalética y control de aforos, la disposición de material higiénico y
sanitario, y la habilitación de espacios para la realización de controles, así como los medios humanos necesarios.
La coordinación con los servicios portuarios y las autoridades sanitarias será total para llevar a término las medidas que emanen de Puertos del Estado y del resto de los organismos involucrados en el tráfico de cruceros.
Las navieras han aprovechado también este parón para actualizar sus protocolos e implementar todas las medidas de seguridad requeridas por las autoridades sanitarias.
Los datos a los que nos referíamos anteriormente podrán recordarnos no sólo lo que se ha perdido como consecuencia de la pandemia actual del COVID-19 y de la crisis sanitaria mundial, sino también lo que va a costar recuperar el tráfico si, como se presume, la activación de la industria se va a producir de forma gradual y tardará no menos de dos años en situarse en cifras similares a las que teníamos.
De cómo se comporte la pandemia en nuestra región del mundo, lo eficaces que sean las medidas de prevención y contención y la eventual llegada de la vacuna, dependerá que España vuelva, cuanto antes, a las cifras de 2019.