Desde que viajara por primera vez en barco de crucero siempre tuve una gran curiosidad por cómo los gigantescos navíos maniobraban saliendo y llegando a un determinado puerto.
Ya desde ese momento supuse que no sólo la maestría de oficiales y marinería a bordo del barco permitía realizarlas con éxito, sino que estaba seguro que otros muchos profesionales estaban involucrados en el proceso, especialmente al atracar un barco a muelle.
Hoy con la inestimable ayuda de Irene Souto, Jefa del Departamento de Desarrollo Portuario y Comercial en Autoridad Portuaria de A Coruña, me gustaría describir todos los profesionales que coordinados por el capitán del barco son necesarias para que un barco de crucero pueda amarrar y los cruceristas desembarcar con seguridad.
CONTENIDOS:
PROCESO PARA ATRACAR UN BARCO DE CRUCERO
Para que cualquier barco pueda llegar a un determinado puerto es necesaria la pericia y profesionalidad de técnicos especializados en las más diversas tareas. Estos técnicos trabajan para empresas privadas que operan bajo una licencia o concesión otorgada por la Autoridad Portuaria que gestiona dicho puerto. Entre estos técnicos encontramos:
PRÁCTICOS o PILOTOS
Estoy seguro de que muchos de vosotros habéis visto una lancha a toda velocidad justo después de abandonar un puerto (los madrugadores lo habrán visto justo antes de llegar). En esa embarcación rápida es transportado y recogido el práctico o piloto. Un marino de carrera, experto en la navegación de un determinado puerto o tramo marítimo. Estos son los encargados de asesorar al capitán y oficiales de los diferentes barcos en la entrada y salida de un determinado puerto que conocen como la palma de su mano.
Este puede ser un trabajo de riesgo ya que muchas veces las condiciones en las que se debe abordar o abandonar el barco no son las mejores para la navegación. Los prácticos acceden por la conocida como “escala del práctico” mientras el barco todavía está en marcha y llegar hasta el puente de mando. Su labor termina al atracar un barco a muelle.
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REMOLCADORES
Los remolcadores son pequeños barcos con una gran potencia y movilidad que les permite empujar o tirar de los diferentes barcos a la hora de maniobrar en los puertos.
Los nuevos barcos de cruceros, gracias a los sistemas de propulsión llamados azipods que permite girar las hélices, pueden llegar a moverse con precisión en cualquier dirección sin necesidad de remolcadores. Sin embargo, en malas condiciones climáticas, especialmente fuertes vientos, su ayuda es inestimable y necesaria para atracar un barco a muelle.
Una labor menos conocida es que pueden ayudar a la extinción de incendios en los barcos gracias a sus potentes chorros de agua. Además, suelen usar estos chorros para dar la bienvenida a un barco de crucero cuando llega por primera vez a un puerto.
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AMARRADORES
Una vez el barco está situado en la posición y muelle asignado debe ser fijado para poder proceder a desembarcar con total seguridad. Este es el especializado trabajo de los amarradores que recogen, sueltan y aseguran las amarras de los barcos a los diferentes puntos de anclaje (noray) en el muelle con una técnica que permite fijarlo de forma que es posible amarrar diferentes embarcaciones a un mismo punto. También recibe también el nombre de bolardo o bita. Los amarradores siguen las instrucciones de los oficiales del barco en todo momento, y aunque parece un trabajo simple requiere de gran destreza.
✱ Como curiosidad, si el amarre no es correcto y es imposible liberar la amarra por haber otras en el mismo noray el capitán puede ordenar romperla con la fuerza de los propios motores.
CONSIGNATARIO
Posiblemente el hombre o mujer más importante para el barco y la naviera en cada puerto. Se considera el representante del armador y naviera frente a las autoridades del país del puerto. Se encarga de gestionar todas las autorizaciones, conseguir los permisos, coordinar labores logísticas, además de solucionar todas las incidencias tanto de barcos, tripulación o pasajeros.
Además, es quien paga las tasas a la autoridad portuaria correspondiente por el amarre (esas tasas que proporcionalmente son sumadas en el precio de cada reserva de crucero). Son conocedores de la ley aplicable en cada puerto y se general se responsabilizan en atender todas las necesidades del capitán o barco, incluida la evacuación de heridos.
✱ CONSEJO VIAJERO: Posiblemente es la información más valiosa que todo crucerista debería llevar cada vez que visitamos un nuevo puerto. El nombre y teléfono de contacto con el consignatario nos puede ayudar en caso de problemas, llegamos tarde a la hora de embarcar y otras incidencias.
Por lo general las navieras de cruceros incluyen estos datos en el Programa de Actividades del día en que llegamos a un puerto. Si no viniera ahí podemos solicitarlo en el mostrador de asistencia al pasajero o Front-desk.
Confió que este artículo ayude a identificar a los profesionales en cada uno de los puertos de cruceros que visitamos y que permiten hacerlo con toda la seguridad y garantías.
Desde estas líneas me gustaría enviar mi reconocimiento a estos profesionales portuarios, un ejército invisible, pero sin los cuales no podríamos disfrutar nuestra pasión viajando.
