He tenido la oportunidad de embarcar en el MS France de la naviera francesa CroisiEurope, para conocer rincones de los más bellos de Francia, navegando en el crucero denominado «Las escalas más bellas del Sena».
Aunque anteriormente ya había embarcado en un crucero fluvial de esta misma compañía, el MS Beethoven, la experiencia aunque igual de gratificante, fue totalmente distinta, ya que el anterior fue en invierno, «Mercados de Navidad de Alsacia y Selva Negra» y apenas tuvo navegación, lo que en esta ocasión ha sido uno de los puntos fuertes del viaje.
La experiencia de deslizarse lentamente por las tranquilas aguas del Sena contemplando los bellos paisajes que mostraban sus orillas, ha sido una de las sensaciones más relajantes que he disfrutado últimamente, la cantidad de horas de luz y la alegría de los cielos despejados, es algo impagable a la hora de realizar un crucero de este tipo.
El embarque en París, en el muelle de Grenelle, muy cerca de la Torre Eiffel, fue ágil y cómodo. Cómo llegamos antes de la hora prevista para el embarque, dejamos nuestro equipaje en recepción y salimos a visitar París hasta la hora indicada. A. nuestro regreso, un miembro de la tripulación nos acompañó hasta el camarote, donde ya teníamos el equipaje.
El MS France, nuestro hotel flotante durante este circuito, me causó una grata impresión; blanco, alegre y luminoso. Un barco de dos puentes y cuatro anclas, diseñado para navegar por el Sena y pasar bajo sus puentes.
Experiencia a bordo
El camarote, en esta ocasión situado en el puente superior, dispone de todo lo necesario para una estancia confortable. cama de matrimonio o dos camas que se pueden unir, suficiente espacio de almacenaje, baño completo con ducha, TV de pantalla plana, secador de pelo, climatizador individual con buen funcionamiento, muy de agradecer debido a la ola de calor que sufrimos durante el viaje. Lo que más puedo resaltar, es la gran ventana panorámica que te permite disfrutar del paisaje mientras te arreglas o te relajas en tu habitación. En puerto no olvidar cerrar las cortinas.
En el puente superior también se sitúa la recepción, una pequeña tienda de regalos, un amplio salón multiusos con bar y pista de baile, donde se realizan las actividades lúdicas, el cóctel del capitán y cualquier otro acto que lo requiera. Completa las instalaciones de este puente el comedor con capacidad para dar servicio a todo el pasaje en un sólo turno de comidas.
El puente principal está ocupado por camarotes y una pequeña biblioteca que apenas se usa en la actualidad.
En este crucero, el lugar estrella fue el puente sol, un solárium multiusos que dispone de mesas, sillas y tumbonas. A primera hora de la mañana se imparten clases de gimnasia y puedes relajarte en una tumbona y tomar el sol mientras navegas. Por la noche es el sitio ideal para ver la puesta de sol y tomarte una copa mientras disfrutas de la brisa.
La tripulación del MS France la componen 25 personas, las cuales en su mayoría, desempeñan varias tareas a lo largo del día.
Otro de los grandes atractivos de este crucero, es su gastronomía, de influencia francesa, sabrosa, bien presentada y acompañada de una cuidada selección de vinos, hizo las delicias del grupo durante estos días. Las bebidas están incluidas, excepto algunas que se especifican. También dispone de dietas especiales para casos de alergias o intolerancias.
Las propinas no son obligatorias, pero conviene no olvidarlas, ya que la tripulación es amable y servicial, desde luego la merecen.
En esta ocasión, el pasaje en su mayoría francés, un grupo de españoles, algún inglés y cuatro japoneses encantadores. La media de edad por encima de los 50 años, de un nivel cultural medio alto, por lo que pude percibir, gente que le gusta conocer el destino.
En cuanto a las excursiones, nosotros llevábamos el paquete completo, visitas guiadas a pie por algunas ciudades, rutas turísticas para descubrir castillos, abadías o maravillosos parajes naturales. Un programa muy completo que iré desgranando en el diario de a bordo. En todas ellas el guía hablaba español, ya que había un grupo de españoles suficiente para hacerlas en nuestro idioma.
Sin dudarlo repetiría con esta compañía, hay muchos ríos que navegar y muchos lugares que descubrir y CroisiEurope tiene itinerarios para todos los gustos y bolsillos, navegando en cualquier época del año. Su flota va creciendo y los barcos cada vez son más atractivos en cuanto a diseño y funcionalidad.
Recomendaría este crucero a parejas, grupos de amigos, incluso a personas que viajen solas, ya que en este tipo de barcos es fácil socializar. No es un producto específico para niños, ya que sólo dispone de 4 cabinas triples. Seas como seas, es una experiencia que no te dejará indiferente.