Mi historia navegando por el mundo empezó en el lejano mes de noviembre del año 1956; solo tenia 3 añitos de edad, emprendimos mis padres, mi hermana y yo un crucero con el Barco Giulio Cesare, desde el puerto de Genova a Buenos Aires, 18 dias de navegación, para entonces el medio mas utilizado era el barco.

En el año 1971-72; cumplia yo 18 años, mi padre me regala un crucero, vuelta a cruzar el Océano Atlántico en El famoso Augustus gemelo del Giulio Cesare, (ambos de la Societa Italia Navigazione).Embarqué en el puerto de Buenos Aires con destino a Nápoles.

Pasaron seis meses, unas vacaciones extraordinarias, para un jovencito como yo, con dinero todo pagado por mi padre, visite a toda mi familia Italiana y mi pueblo natal.

Pero llegó el momento de volver a Buenos Aires y volví a embarcar el 25 de mayo del año 1972, de nuevo en el Giulio Cesare, el mismo que me llevo en el lejano 1956, desde Nápoles a Buenos Aires.

Llego a Buenos Aires, y mi familia y sobre todo mis amigos, estaban ansiosos por saber sobre este viaje y estancia en Italia, pase los días enteros contándoles mis aventuras, algunas de jovencito ligón en los salones de ambos barcos.

Ahora viene lo bueno; yo no no sabia nada, sobre la idea de mi padre de volver definitivamente a residir en Italia, me lo comentan después de una semana de la vuelta; fue mi desespero, yo no quería volver a Italia, decía, si claro Italia es maravillosa pero Buenos Aires lo es todo para mi.

Nada que hacer mi padre ya tenia reservado los billetes de vuelta para los cuatro; así fue que el 8 de octubre del año 1972 embarcamos definitivamente desde el puerto de Buenos Aires a Nápoles.

Pase los días mas tristes de mi vida mientras navegábamos desde Buenos Aires hasta la altura de la Isla Brasilera Salvador de Noroña, tener que dejar toda mi vida vivida en tan maravillosa ciudad, mi gente lo era todo para mi.

En una fiesta de disfraces que participe y que organizaron la tripulación del Giulio Cesare, conocí una señorita
que estaba bailando con un oficial médico; vamos que le pedí amablemente de bailar conmigo y ya no la solté, hasta hoy día que es mi esposa y que me dio tres hijos maravillosos y ahora dos nietos y una nieta.

Desde entonces nos juramos que cada año debíamos realizar un crucero, que nos pribaríamos de todo pero de viajar en barco no.

Total que hemos realizado 58 cruceros por todo el mundo.

Giulio Cocozza