La región más meridional de Chile, Magallanes, ha perdido casi un 33% de afluencia de pasajeros en sus puertos, a pesar de los grandes atractivos del territorio como el Parque Nacional Torres del Paine, cabo Froward, Tierra del Fuego o la posibilidad de avistar ballenas o pingüinos.
Las cifras del último registro (segundo semestre del 2010 y primero del 2011) arrojan unas cifras de 46.000 cruceristas en la región, lejos de las 67.000 personas que arribaron a la zona en el anterior cómputo.
Las causas que las autoridades barajan para justificar el descenso de pasajeros son varias.
Entre las principales destacan la crisis financiera que Estados Unidos ha padecido estos últimos años (consecuencia de esto es el descenso de pasajeros norteamericanos), las movilizaciones y el paro producido por el alza de las tarifas del gas, las altas tasas portuarias y el alto coste del crucero.
Estas causas han posibilitado que otros puertos, argentinos y brasileños sobre todo, se hayan aprovechado de la situación y esté recibiendo una serie de cruceros que en otro contexto habrían arribado a las costas del sur chileno.
Ejemplo de esta crítica coyuntura la protagoniza el barco de Norwegian Cruise Line, Norwegian Sun, que aportaba 15.000 cruceristas a estos puertos y ha dejado de acudir.