Escala Copenhagen Crucero Fiordos Noruegos , día 1
Crucero en el Costa Luminosa de Costa Cruceros
Costa Luminosa
92700Tn,2.260 pasaj.
Itinerario: Copenhagen, Flam, Geiranger, Bergen, Stavanger, Oslo, Copenhagen
Embarcando. Comienza nuestra aventura
Día 1 Escala Copenhagen, Dinamarca
Este año en lo que personalmente a mis vacaciones se refiere, ha sido un poco revolucionario. Y nunca mejor dicho, ya que debido a esta especie de revolución que salto en Egipto en enero, me vi obligada a anular mí ansiado crucero por el Mar Rojo. Después de contratar un viaje a Dubái, donde estuvimos el pasado año, pero debido a la estupenda impresión que nos causó, queremos volver; me ofrecieron una oferta difícil de rechazar por los fiordos noruegos, destino al que también le teníamos ganas. Así que en un tiempo record nos vimos anulando el viaje a Dubái y preparando maletas para embarcarnos de nuevo en el Costa Luminosa. Está claro que en poco más de un mes, nuestro destino vacacional dio un giro de casi 180 grados y, de preparar ropa fresca, pasamos a meter en las maletas ropa de abrigo, pero eso es lo bueno de los que somos adictos a viajar y sobre todo a los cruceros, que siempre tienes que estar pendiente hasta el último momento, pues algo puede surgir que puede llegar a emocionarte y como se suele decir “hacerse uno el loco” y tirar para adelante.
Nuestro viaje comenzó el día 28 de mayo. Después de pasar la noche en un hotel de Barcelona, nos dirigimos al aeropuerto de el Prat, más concretamente a la terminal 1, donde estaba previsto que nuestro avión saliese rumbo a Copenhagen a las 11.30 de esa misma mañana. A las 9 ya estábamos facturando nuestras maletas. Como la oferta incluía el paquete de vuelo con Costa Cruceros, allí mismo estaba personal de la compañía para ayudar con las etiquetas e informándonos a todos que las maletas las tendríamos ya directamente en nuestros camarotes, es decir, no teníamos necesidad de recogerlas en Copenhagen. Todo muy cómodo y fácil.

Pero no todo siempre sale bien, o como uno quiere. Enseguida empezamos a ver en las pantallas de salidas que nuestro vuelo, con Spanair, no tenía asignada puerta de embarque y que empezaba a poner la palabra tan odiada por todos los pasajeros que esperan tomar un avión: “retraso”. Al poco empezamos a ver que la hora prevista no eran las 11.30, sino las 14.30 y seguíamos sin puerta de embarque. Me dirigí al mostrador de Spanair, a preguntar el motivo de este retraso, más que importante. No sé si recordareis que esa misma semana otro volcán de Islandia, de nombre impronunciable, entró en erupción, con lo cual el espacio aéreo se llenó de cenizas. Empecé a temer lo peor, que quizás las cenizas habían cambiado el rumbo, vaya usted a saber. Mi sorpresa fue cuando el encargado, de esta compañía, de atención al cliente, me comento que debido a que ese mismo día el barca jugaba algo muy importante (no soy aficionada al balón pie) en Londres, Spanair había decidido ella solita, que todos sus aviones serian esa mañana exclusivamente para trasladar a los hinchas culés a dicha ciudad. Dejándonos a todo un vuelo charter, contratado por Costa Cruceros, esperando que se dignasen en ponernos un avión para volar rumbo a Copenhague, donde no nos esperaba un partido memorable, pero si un barco de cruceros y unas vacaciones, que por lo menos para mí, son sagradas. Con este plan todos los pasajeros del Costa Luminosa nos quedamos allí esperando y rogando, que por lo menos, como el paquete de vuelo era con Costa, el barco nos esperaría todo esto, sin que Spanair, se dignase al menos, traernos a Shakira para que nos amenizase la espera con el “waka waka”.Ironías a parte, la gente nos empezamos a poner nerviosos y a la vez a sentirnos indignados. Yo no tengo nada en contra de las aficiones futboleras, una defiende también los colores de su equipo cuando la ocasión lo merece, pero ¿ realmente Spanair obro bien?, yo creo que no y desde luego la culpo solo y exclusivamente a ella. ¿Son más importantes unos pasajeros que van a ver un partido de futbol, que los que vamos a embarcar para comenzar nuestras vacaciones?, yo opino que no. Todos merecemos el mismo respeto e igual trato y desde luego he de decir que Spanair demostró ser una compañía muy poco seria.
Pero, como dice un amigo mío “que los arboles no te impidan ver el bosque” y por fin a eso de las 14.15 horas llego un ansiado avión, desde Madrid, para nosotros. Un airbus A320 que nos devolvió a todos la sonrisa. A las 14.50 horas despegamos !por fin! con destino a Copenhague.

Allí llegamos a las 17.30 horas, con 15 grados en los termómetros y lloviendo.
La hora prevista de zarpar el Luminosa del puerto eran las 18.00, que fue justo cuando nos disponíamos a embarcar. Lógicamente el embarque fue rápido y sin aglomeraciones; solo faltábamos nosotros. El barco zarpo con dos horas de retraso, a las 20.00 horas dejamos el puerto de Copenhagen, rumbo a Flam, donde llegaríamos el día 30, después de un día de navegación.
Como ya conocíamos de sobra el barco, después de tres veces seguidas, nos dispusimos tranquilamente a ver zarpar desde el balcón de nuestro camarote, deshacer las maletas y tomarnos unas copas de champan, el cual después de tanto ajetreo, nervios y demás, venia como caído del cielo. Ya podíamos decir que nuestro viaje acababa de comenzar.
Continuará.
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