Crucero Mediterráneo en el Costa Atlantica: Diario de a bordo
Embarcando en Barcelona , comienza la aventura
por Jesús Rico
 | Costa Atlantica |
Dia 1: Embarcando en la Terminal de Barcelona
Mi viaje dio inicio de forma diferente a la de otros cruceros. Siempre solía dormir la noche de antes del embarque en la ciudad, pero al realizar el check-in por la tarde en esta ocasión, me permitió viajar a Barcelona el mismo día que el Costa Atlantica iniciaría su travesía.
A las 16:30 ya había accedido al barco de Costa Cruceros y me dirigí hacia el camarote a recoger mi tarjeta (siempre me habían dado esta tarjeta en el puerto al realizar el check-in): Me alojaba en un camarote con balcón en la cubierta 5. Éste no difería mucho de los camarotes con balcón de otras navieras, tanto en tamaño como en disposición del mobiliario; en definitiva, todos los espacios del camarote están muy bien aprovechados.
Después de recoger la tarjeta (que sirve como llave de camarote, para acceder al barco y para cualquier gasto que se realice a bordo del mismo) realicé mi primera excursión por el barco. Bajé hasta la cubierta 2 para saborear con tranquilidad el atrio. Es probable que otros barcos tengan un atrio más amplio o monumental, sobre todo los barcos de factura reciente, sin embargo este destaca por su gran luminosidad, tanto natural como artificial, y los elementos decorativos de Joseph Farcus, interiorista que lleva dedicado al mundo de los cruceros desde hace más de 30 años.
Después de visitar el atrio me dirigí hacia la cubierta 9ª, cubierta donde se encuentran entre otros el buffet, la pizzería Napoli y las piscinas, entre las que destaca la cubierta con techo retráctil, que está preparada para cuando las inclemencias del tiempo impiden el baño en las piscinas descubiertas.
Como tenía el segundo turno asignado para la cena pude deshacer el equipaje y colocarlo con tranquilidad en el armario. A las 21:15 el restaurante Tiziano abría las puertas a los pasajeros del segundo turno. Este salón tiene capacidad para 1100 cruceristas y gracias a su excelente servicio y la gran calidad de la comida lo frecuenté todas las noches del crucero. Siempre me ha sorprendido la eficiencia y calidad de los grandes salones de los cruceros, un día después descubrí como funciona la cocina de este tipo de buques y desentrañé en cierta medida este misterio, aunque esto lo contaré en otro artículo.
Después de la cena vagabundeé por el barco pensando que, como en otras navieras, no iba a encontrar un gran ambiente en los bares o en la discoteca. Sin embargo me equivocaba, la cubierta exterior y la discoteca estaban abarrotadas, cada una con un estilo musical diferente, todo ello sin contar con otras zonas más tranquilas como los bares, que presentaban un aceptable aforo, o el siempre ruidoso casino.
Continuará..
Jesús Rico
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 | Sobre el autor:Jesús Rico. Hasta la fecha he podido disfrutar de cuatro cruceros, dos con Pullmantur (Sky Wonder, 2007, y Empress, 2010), con Royal Caribbean (Voyager of the Seas, 2009) y NCL (Jade, febrero del 2011). Si he de elegir alguno de estos cruceros me quedo con el primero, por descubrirme esta nueva forma de viajar y como principal razón por ser mi Luna de miel; es extraño porque el barco era el peor con diferencia y el más viejo, del año 1984.« Siempre que pueda embarcaré en más cruceros sin tener preferencia hacia ninguna naviera. Sé que cada barco tiene su encanto personal y con eso me sobra, aunque sé que buscaré ofertas del Oasis of the Seas, el Allure of the Seas, el Epic… y por zonas los fiordos noruegos, la costa oeste o este de EEUU, Alaska o cruzar el Canal de Panamá… |
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