El mar siempre ha despertado mi curiosidad, quizás por haber vivido a sus orillas. Ya desde joven paseaba por los puertos en la confianza de que alguien me brindara la oportunidad de subir a bordo de algún barco. En algunas ocasiones tuve éxito y logré conocer interiormente esos barcos que tanto me fascinaban, a veces un simple pesquero o un pequeño mercante, la cosa era subir a bordo y saciar mi curiosidad.

Con los años fui teniendo la oportunidad de visitar más tipos de buques como cruceros, ferries, barcos de la armada y grandes veleros. Entre ellos recuerdo con especial énfasis la visita al submarino S-62 “Tonina” de la armada española y la oportunidad que tuve en el año 2002, con motivo de la “Cutty Sark”, de conocer fragatas tan ilustres como la “Mir”, “Dar Mlodziezy”, “Sedov” o pequeños balandros como el célebre “Saltillo”

Es a partir del año 1999 cuando por primera vez realizo un viaje a bordo de un buque de crucero, resultando una experiencia estupenda con un alto poder de adicción. A partir de ahí vendrían otras singladuras con diferentes navieras. Actualmente he navegado por el Atlántico, Adriático, Báltico, Cantábrico, Mar del Caribe, Mar del Norte, Mediterráneo y Pacífico.

He tenido la oportunidad de conocer muchos puertos, gentes y culturas. Todo ello a través de un vínculo común, el mar.

Juan Carlos